Octubre 24, 2021
A nivel mundial, se calcula que pueden existir más de 10 millones de especies, la mayoría aún no descritas, y son considerados uno de los grupos de organismos más grandes en cuanto a número de individuos y variedad; ocupan el segundo lugar después de los insectos.
La técnica académica del Instituto de Biología (IB) y encargada de la Colección de Hongos del Herbario Nacional de México, Celia Elvira Aguirre Acosta, aseguró lo anterior y explicó:
Este lugar “actualmente cuenta con más de 25 mil ejemplares que proceden de varios estados de nuestro país, representando una gran cantidad de tipos de vegetación, como son los bosques templados, las selvas tropicales y las zonas desérticas”. Abundó que la compilación de los considerados macroscópicos inició en 1947 por Manuel Ruiz Oronoz y Teófilo Herrera Suárez, del IB.
La bióloga enfatizó que estos organismos tienen un papel importante en el reciclaje de la materia orgánica, al ser descomponedores por excelencia porque producen una gran cantidad de enzimas con las cuales pueden degradar infinidad de sustratos. “Existen muchas especies parásitas de plantas y animales, incluyendo los humanos, así como especies simbióticamente asociadas con otros organismos, en donde ambas partes reciben beneficios, como sucede con los líquenes y las micorrizas”.
Los seres humanos los hemos utilizado en diversos procesos industriales para la obtención de numerosos productos, lo que ha sido vital para la economía mundial. “Por ejemplo, en la maduración de quesos como el Roquefort y el Camembert, en la obtención de la penicilina y de enzimas para la elaboración de textiles, papel o pieles; así como en cultivo de especies comestibles como champiñones y setas”, precisó.
Aguirre Acosta añadió que por su sabor, varios tienen alto valor culinario en nuestro país. “Algunos hongos contienen compuestos químicos con propiedades medicinales; mientras que también existen algunas especies tóxicas, algunas de ellas letales o alucinógenas, cuyo consumo data de épocas prehispánicas”.
Detalló que cuentan con características propias de nutrición, fisiología, reproducción y organización, que forman un reino aparte de las plantas y los animales, denominado fungi, el cual está definido en parte por su forma de nutrición, que es por absorción.
Además, no tienen clorofila, sus células poseen un núcleo y su cuerpo está formado por gran cantidad de filamentos ramificados con pared celular de quitina o celulosa llamados hifas, que en conjunto forman un micelio y se reproducen asexual y sexualmente por medio de esporas, abundó Aguirre Acosta.
En un video transmitido en línea durante la primera jornada de la Feria de las Ciencias y las Humanidades, organizada por la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM, la maestra en Ciencias dijo que se pueden encontrar en ambientes terrestres, acuáticos y aéreos.
La experta sostuvo que una clasificación sencilla para el mundo fungi es separarlos en microscópicos (como las levaduras y mohos) y macroscópicos (como los champiñones y las setas).
El Herbario Nacional de México
Para su recolección, acotó, se requiere una serie de instrumentos adecuados. “Sólo se colectan los cuerpos fructíferos productores de esporas, resultado de la reproducción sexual, dejando su micelio en el sustrato”.
Y agregó: es necesario que los que se van a recolectar se encuentren completos y maduros para que sea posible observar sus características adecuadas para determinar su especie, forma, textura, tamaño, color, sabor y olor.
Posteriormente, en el laboratorio se lleva a cabo la deshidratación con calor seco, cada individuo es guardado en cajas de cartón y se elabora una etiqueta con los datos de procedencia para su estudio taxonómico. “El arreglo de la Colección de Hongos es estrictamente alfabético y taxonómico, en mobiliario adecuado para su manejo y preservación”, acotó.
Esta colección de macroscópicos representa un excelente indicador de la diversidad fúngica de México, lo que consideramos vital para gran cantidad de estudios biológicos e interdisciplinarios, finalizó.