16 diciembre, 2021
- La cápsula Sarco solo puede ser controlada desde el interior y la persona que decide morir puede hacerlo sin asistencia médica
- Su inventor Philip Nitschke, un activista de la eutanasia originario de Austria, ha liberado los planos y los ha colgado en internet para que cualquier pueda descargárselos y montar su propia máquina
- La cápsula Sarco permite gestionar la propia muerte en solo minutos
El defensor de la eutanasia Philip Nitschke ha creado Sarco, una cápsula que se imprime en 3D que permite morir a voluntad. Basta que la persona apriete un botón que permite la liberación de nitrógeno y con ello una muerte indolora y sin necesidad de asistencia médica.
La cápsula con apariencia futurista y líneas de nave espacial se llama Sarco y se asienta sobre una plataforma elevada que se inclina en ángulo para facilitar el acceso al interior. Solo se puede operar desde el interior y el interesado solo tendrá que apretar un botón o hacer un gesto, como parpadear, para que se libere gas nitrógeno que induce un estado de hipoxia y, finalmente, la muerte.
La liberación de nitrógeno en el interior de la cápsula, propicia que los niveles de oxígeno bajen rápidamente; la persona siente una leve euforia antes de caer en la inconsciencia y fallecer pacíficamente en cuestión de minutos.
Sarco también tiene un botón de emergencia en caso de que la persona cambie de opinión y puede revertir el proceso, ha asegurado Nitschke, que en diferentes entrevistas ha hablado de «democratizar la muerte». Otro de los objetivos es «desmedicalizar» el proceso de morir, sin que sea necesaria la intervención de un médico para recetar al paciente pentobarbital sódico y confirmar que se encuentra en plenas facultades.
La persona antes de acceder a Sarco debe pasar una prueba monitorizada por inteligencia artificial para determinar su estado mental; esta busca demostrar que la persona está tomando la decisión consciente de terminar con su vida. Si no se pasa la prueba, no se abre la escotilla.
Sarco se presentó en la Bienal de Venecia en 2019, y según su creador el objetivo es “permitir a los adultos racionales la opción de una muerte pacífica, electiva y legal en un ambiente elegante y con estilo”.