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Superliga, duro golpe de los grandes clubes al fútbol tradicional

20 de abril del 2021

El fútbol tradicional está en el patíbulo y la guillotina se llama Superliga.

Por Stefan Nestler,

Deportes de DW

Por el momento, doce clubes europeos desafían a la Federación Europea de Fútbol, la UEFA. No se trata de cualquier club, sino de los mejores de Inglaterra, España e Italia, grandes nombres del fútbol europeo como el Real Madrid, el FC Barcelona, el Juventus de Turín, el Manchester United o el Liverpool FC. Clubes que han derrochado el dinero durante años como si no hubiera un mañana. Aquellos que pagan a sus estrellas salarios astronómicos y han causado que las tarifas de transferencia de los jugadores se lleven a cabo a niveles totalmente irracionales y, a pesar de todo esto, aún no se sacian.

Deporte y aficionados pierden

Si se salen con la suya, la Superliga será una competición de los superricos, que incluso se enriquecerán aún más, o de clubes, como el FC Barcelona, que se han pasado de rosca con la inversión. Miles de millones llenarán las arcas de los previstos 15 miembros fundadores. Miles de millones, garantizados por patrocinadores como el banco de inversión estadounidense JP Morgan. Las grandes empresas y los capitalistas del fútbol podrían fusionarse definitivamente, y el deporte queda rezagado por el camino. Al fin y al cabo, los miembros fundadores no pueden echarse atrás. Solo otros cinco puestos de participación en la Superliga estarán regulados por los ascensos y descensos. ¿Y los amantes del fútbol? Estos grandes clubes hace tiempo que ya se despidieron de ellos. Como mucho, los aficionados siguen siendo buenos para crear un poco de ambiente en las gradas de los estadios.

Por un lado, a los mejores clubes alemanes y franceses les honra que aún no se hayan sumado al intento de levantamiento contra la UEFA, apoyado por los mejores clubes de Inglaterra, España e Italia. Por otro lado, su compromiso con la UEFA y la Champions League no significa que de repente vuelvan a los valores tradicionales del fútbol.

Clubes como el Paris St. Germain, el FC Bayern o el Borussia Dortmund también son, sobre todo, empresas comerciales. La reforma de la Liga de Campeones contempla que a partir de 2024 habrá más clubes y, por tanto, más partidos que garanticen una cifra mucho mayor de dinero. Es decir que se ampliará aún más la brecha entre los clubes que juegan en la élite europea y los que quedan fuera.

¿Cortina de humo?

Puede ser que el impulso de la Superliga de los doce superricos sea solo una gigantesca cortina de humo: la indignación por este escandaloso golpe es tan grande que nadie habla de la controvertida reforma de la Champions League. Al final, los doce rebeldes volverán al rebaño y se enriquecerán aún más con la nueva Champions.

Pase lo que pase, al menos en el ámbito profesional, el fútbol tradicional, que apuesta por la competición deportiva y la afición, parece condenado a morir si es que ya no está muerto.

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