Abril 11, 2022
«Sin duda, el monstruoso montaje en Bucha debe ser investigado», afirmó el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria después de que trascendiesen las imágenes de una masacre que, según las autoridades ucranianas, habrían perpetrado las tropas rusas al abandonar la localidad al norte de Kiev. Los países de la ONU votaron a favor de suspender la participación de Rusia en el Consejo de Derechos Humanos al entender que Moscú había cometido allí «crímenes de guerra». Pero para el Kremlin, los cientos de cadáveres de civiles dispersos por las calles de Bucha y hallados en cunetas —incluso este martes han aparecido nuevas víctimas— son una manipulación más de Ucrania contra Rusia.
El presidente Vladimir Putin incidió hoy en esta teoría, al calificar de «falsificación» la matanza junto al presidente bielorruso y aliado Alexandr Lukashenko, en el cosmódromo de Vostochni, en el lejano oriente ruso. El caso es que el Kremlin se sacude las acusaciones de Occidente con justificaciones para cualquier atrocidad que se le impute. Así, ante las imágenes satélite que prueban la presencia de cuerpos de civiles en las calles de Bucha mientras las tropas rusas abandonaban la ciudad, el portavoz Peskov argumentó en una entrevista en la cadena británica Sky News que esas capturas fueron tomadas por la agencia Maxar Technologies, «próxima al Pentágono». Rusia afirmó que las imágenes eran «otro engaño» y convocaron a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para discutir lo que calificó de «provocaciones de radicales ucranianos» en Bucha.
Negaron también que Maxar pudiese saber en qué fecha fueron tomadas las imágenes. Según la compañía, las fotografías que cedió a The New York Times fueron tomadas el 11 de marzo, fecha en la que la localidad estaba ocupada aún por militares rusos. El canal de televisión ruso RT y diversos usuarios en redes sociales incluso muestran vídeos donde aseguran que alguno de los muertos llega a moverse, hecho que ha sido ya descartado por verificadores. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, resume que la matanza es, simplemente, «un montaje con fines antirrusos».
El Gobierno ruso incluso avanza las futuras manipulaciones que Ucrania estaría planeando en las ciudades que abandona tras invadirlas. Así, este fin de semana apuntaron a una «nueva provocación» de una nueva masacre cometida por su ejército en la ciudad de Irpin, región de Kiev, que había sido recuperada por las fuerzas ucranianas. Lo mismo apuntaron sobre la ciudad de Ragovka, también próxima a Kiev, sobre la aparición de un «montaje» de fosas comunes.
«Se están esforzando mucho. En los últimos días hemos pasado información a la ONU sobre las próximas provocaciones que estarían preparando», indicó este lunes el enviado adjunto de Moscú ante la ONU, Dimitri Polianski, en alusión a las supuestas fosas comunes de Ragovka.
La Embajada de Rusia en Londres denunció también ayer que Ucrania, junto a los servicios de inteligencia británicos en la región de Sumy, «están preparando nuevas provocaciones falsas para acusar a las Fuerzas Armadas rusas de supuestamente abusar de la población». «En Nizhnyaya Syrovatka, cerca de Sumy, los cuerpos están siendo arrastrados a uno de los sótanos de edificios residenciales para ser presentados como, presuntamente, otras víctimas del ejército ruso». Recuerdan que Moscú retiró sus tropas de allí el pasado 20 de marzo, si bien la salida definitiva de la región no habría sido efectiva hasta el 4 de abril.
El ataque en la estación de Kramatorsk
Medio centenar de personas que huían de la guerra murieron en la estación de tren de Kramatorsk el pasado viernes, víctimas de un bombardeo de cuya autoría se acusan ambos bandos. El gobernador de Donetsk, Pavlo Kirilenko, señaló a «los fascistas rusos» de haber dirigido su ataque con misiles Tochka-U en una acción premeditada contra la población civil.
Rusia, en cambio, negó cualquier responsabilidad. El Ministerio de Defensa ruso calificó esta acusación como una «provocación que no se corresponde en absoluto con la realidad». En un comunicado, advirtió de que los Tochka-U solo son utilizados por las fuerzas armadas de Ucrania y que las tropas de Moscú no realizaron ningún ataque contra Kramatorsk el viernes.
El enviado adjunto de Moscú ante la ONU reiteró este lunes las acusaciones de Rusia a Ucrania por su supuesta autoría del ataque sobre la estación de tren, una «provocación» que, en su opinión, falló, si bien las autoridades ucranianas «tratan de tener en cuenta sus errores y de trabajar de forma más limpia».
China, con una posición neutral sobre el conflicto, se distanció ayer de Occidente al reclamar «verificar y comprobar» las circunstancias y causas específicas del ataque en la estación de tren para evacuar civiles en la ciudad ucraniana de Kramatorsk.