Agosto 22, 2023
Budapest vive un verano de pasión por el deporte: además de entradas a precios reducidos, el Mundial de Atletismo va acompañado de un programa de conciertos y actividades de ocio para acercar la disciplina al mayor público posible.
En la segunda jornada, los aficionados, entre ellos muchas familias, llenaron el estadio construido especialmente para este evento, con un aforo máximo de 35.000 personas.
El atletismo en Hungría no es el deporte más popular, aunque ahora cuenta con algunos deportistas con posibilidad de lograr buenos resultados como Bencze Halász (martillo), György Herczegh (jabalina) o la heptatlonista Xénia Krizsán que quedó en cuarto lugar en el mundial.
ATRAER A LOS TURISTAS Y A LOS LOCALES
Para atraer a los aficionados y los que menos interés muestran por “el rey de los deportes” los organizadores han fijado los precios de entrada más bajos en 18 euros los días de semana y en 23 euros los sábados y domingos.
Los que no viven en Budapest pueden viajar a la capital con tren y autobús a precios unificados reducidos, de 2.023 forintos (un precio simbólico que hace referencia al año del mundial), esto es: 5,3 euros.
En el centro de Budapest y también junto al Centro Nacional de Atletismo (nombre oficial del estadio) se crearon espacios de diversión, donde turistas y locales pueden probar varios deportes y conocer la historia del atletismo, así como presenciar conciertos.
“Estamos en un estado físico miserable”, afirmaron a EFE unos jóvenes húngaros entre risas, después de intentar alcanzar la altura del salto de atletas nacionales y relatando que el domingo estuvieron en el estadio, donde “hubo un ambiente increíble”.
Entre el 19 y 27 de agosto, las 9 jornadas del Mundial, se han registrado 300.000 reservas de noches hoteleras, dijo un experto en turismo, Róbert Richárd Kiss, citado por la agencia MTI, quien calificó este número de “increíblemente fuerte”.
La multitud es palpable en el centro de la ciudad, donde los que llegaron al Mundial se suman a los turistas de la temporada alta.
Aunque el experto no dio números exactos en relación con los años anteriores, agregó que Hungría se ha convertido en un país con turismo deportivo, subrayando que estos viajeros generalmente “gastan más y se quedan durante más días”.
Las competiciones de marcha y maratón se organizan en el centro de Budapest, lo que supone importantes limitaciones de tráfico en grandes avenidas, como la Andrássy, y el digital dedicado al motor Vezess ha calificado la situación como una “pesadilla”.
Con información de Enfoque Noticias