POR RUSSELL G. G. ARJONA TAMAYO
Trataré de ser breve y, en tal sentido, me llena de indignación que, cuando muchos luchábamos en el 2006 contra el espurio y sus diputados que le cerraban la puerta al cambio, hoy esos mismos ex diputados disfrutan las miles de ser los nuevos encomenderos en Yucatán.
Se les dio una oportunidad y los que venían luchando desde antes de que morena existiera callaron y apechugaron apoyando el abanico que se abría con el arcoíris multicolor como aquella diversidad política que en su momento fue respetada.
Pero el ser candidato en su momento, no le da derecho a perpetuarse en el quehacer político de Yucatán tal y como en aquellas épocas de diputado conservador y que acusaran a quien hoy es presidente de México.
Cuidado que hace muchos años el pueblo gritaba «mueran los gachupines», que quiere decir «mueran los españoles» en aquellas épocas y, la triste historia podría lamentablemente repetirse, cuando la gente y el pueblo les grite “mueran los espurios y eternos chapulines”, recordando a aquellos personajes hoy anclados en la ubre de quien antes acusarán de que ”el era un peligro para México” se iba a inmortalizar por siempre.
La historia es clara: ni fue un peligro para México, ni se inmortalizo en el poder pero si, la realidad le quita la máscara a aquellos que no quieren separarse del poder…