02 febrero,2022
La UAM organiza el Ciclo de conferencias (Bio) Combustibles, energías alternativas y movilidad ¿inofensivos, económicos y útiles?
Por UAM
México posee gran potencial para producir energías renovables y contribuir a la disminución de gases de efecto invernadero, aportados principalmente por el transporte, la generación de energía eléctrica, la agricultura, actividades de empresas e incendios forestales, consideró la doctora Margarita Mercedes González Brambila, académica de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Al participar en el Ciclo de conferencias (Bio) Combustibles, energías alternativas y movilidad ¿inofensivos, económicos y útiles?, la especialista enfatizó que “nuestro país es uno de los que más potencial tienen para producir energía a partir del viento, en biocombustibles, ya que cuenta con muchos recursos geotérmicos, así como para la construcción de plantas hidroeléctricas”.
Sin embargo, “se requiere de la acción del gobierno y de la sociedad en su conjunto para lograr un mundo limpio, porque tenemos que tomar en cuenta que el futuro de la humanidad y el planeta depende de la manera en que busquemos esta energía”.
La investigadora del Departamento de Ciencias Básicas de la Unidad Azcapotzalco recordó que México se unió al esfuerzo internacional para detener las consecuencias del cambio climático al firmar el Acuerdo de Paris en 2015, mediante el cual se comprometió a reducir el 51 por ciento de sus emisiones de carbono negro para el final de la década siguiente.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible adoptada en 2015 por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas plantea 17 objetivos a través de los cuales pretende lograr el desarrollo sustentable en tres dimensiones –económica, social y ambiental– en forma equilibrada e integrada, “con una visión de futuro muy ambiciosa y transformativa que aspira a un mundo sin pobreza, sin hambre, enfermedades y privaciones, educación, y energía asequible y no contaminante”.
Entre las naciones más contaminantes, México –con 1.5 por ciento de la población del mundo– ocupa el onceavo lugar, en tanto que China y Estados Unidos son los principales contaminadores, refirió la galardonada con la medalla al Mérito Universitario por la Casa abierta al tiempo en 2007.
Entonces, el gobierno mexicano se ha propuesto con la reforma energética y su marco regulatorio permitir que haya una competencia abierta en la generación y comercialización para que esté sujeta a una norma económica en cuanto a la transición y distribución.
Para ello, la Ley de Transición Energética propuesta en 2015 pretende establecer un sistema seguro para el suministro a precios competitivos, así como incrementar la cuota de las energías renovables para 2030 y la eficiencia en los procesos de generación y consumo.
Esta disposición, aunada a la Ley General de Cambio Climático, representa un compromiso para proteger el medio ambiente, pero sin arriesgar las necesidades de las generaciones futuras, señaló en la Conferencia Recursos renovables para la generación de energía: la transición energética en México, moderada por Katya Karina Luna Medina, encargada de Fomento del Conocimiento de la Dirección de Comunicación del Conocimiento.
No obstante, “vemos que la temperatura en el mundo ha aumentado, aparentemente muy poco, 1.2 grados desde la época preindustrial, lo que ha generado grandes cambios en el clima con consecuencias graves.
El incremento en la temperatura provoca inundaciones en zonas costeras, lo que produce migraciones y refugiados del medio ambiente, menos acceso a agua dulce y además 20 por ciento de las enfermedades se deben a factores ambientales; padecimientos respiratorios como asma o alergias son provocados por óxidos de nitrógeno y azufre, partículas finas suspendidas, compuestos orgánicos volátiles e hidrocarburos que se encuentran en el aire.
“Los cambios bruscos de temperaturas extremas han acrecentado la tasa de mortalidad, las partículas PM3 extienden el dengue, la malaria y la encefalitis, situación que debe llevar a promover acciones como disminuir el uso del automóvil, reutilizar las bolsas de plástico, apagar los aparatos eléctricos que no se ocupen, así como tratar de usar energías renovables en autos eléctricos o híbridos”, finalizó.
El Ciclo de conferencias (Bio)Combustibles, energías alternativas y movilidad. ¿Inofensivos, económicos y útiles? forma parte del programa Jueves UAM de Ciencias, organizado por la Dirección de Comunicación del Conocimiento de la Casa abierta al tiempo.