03 noviembre, 2021
El conjunto de Georgia tenía récord negativo en el parón del All Star y ha terminado coronándose campeón
Atlanta vuelve a ser el centro del deporte estadounidense. Al menos durante unos meses. Algo que no sucedía desde 1996, cuando los Braves conquistaban su último serie de las Series Mundiales. Una corona que ahora han recuperado tras superar por 0-7 a los Houston Astros en el sexto partido de una serie final (4-2) en la que se han mostrado muy superiores a los texanos.
Con este título los Braves culminan una temporada para el recuerdo tras una remontada histórica. La franquicia de Atlanta llegó al parón del All Star con un balance de 44 victorias y 45 derrotas y ha terminado coronándose como campeón del mundo, algo que sólo se había visto una vez en la historia de la MLB. Fue en 1964 cuando los Cardinals conquistaron el título tras llegar a la mitad de la temporada con balance negativo.
Los de Georgia no dieron opción a su rival gracias, sobre todo, al buen hacer de Max Fried. El lanzador zurdo del equipo de Atlanta no dio tregua a sus rivales y fue eliminando desde la loma uno a uno a todos los bateadores del equipo texano hasta dejar el marcador local a cero. Los Astros perdieron todo el poder ofensivo que sí mostraron en la serie ante los Boston Red Sox, en especial Yordan Álvarez, quien solo pudo conectar dos hits en toda la Serie Mundial.
El lanzador californiano dejó una actuación para el recuerdo tras comenzar con un hit de José Altuve recibió un pisotón de Michael Brantley que hizo saltar las alarmas en los Braves. Fried tranquilizó a sus compañeros, volvió al diamante y a partir de ese momento fue eliminando uno a uno a todos sus rivales (sólo hizo 74 lanzamientos) y sólo permitió otros tres hits más en las seis entradas que estuvo sobre el montículo.
Un MVP para la historia
Si Fried fue el encargado de liderar a los Bravesdesde la base, Jorge Soler fue el encargado de lanzar la ofensiva del equipo de Georgia. El bateador cubano, que dio positivo por coronavirus en la serie anterior frente los Dodgers, demostró no tener ningún tipo de secuela física y fue clave en la sexta entrada con un ‘homerun’ que permitió tres carreras para los Braves que dinamitaban el choque.
Soler fue nombrado MVP de las Series Mundiales y se convirtió en el segundo jugador cubano en lograr este galardón tras Liván Hernández en 1997. El bateador de los Braves también se convirtió en el tercer jugador en la historia en ser nombrado MVP de las Series Finales tras haber cambiado de equipo durante la temporada tras llegar a Atlanta procedente de los Kansas City Royals.
En la quinta entrada Dansby Swanson también encontró la pelota y la mandó a volar, llevándose por delante a Ozzie Albies para aumentar la diferencia. Por si fuera poco, un doblete limpio de Freddie Freeman llevó a Soler al plato para la sexta carrera de los Braves en la misma entrada. Freeman también fue el encargado de completar el 7-0 con un batazo por el centro del diamante.
Ese fue el final para los Astros, el equipo con peor balance en la historia de las Series Mundiales con tres derrotas en otras tantas apariciones, y el inicio de la fiesta para los Braves que se coronaban campeones del mundo 26 años más tarde.