Marzo 01, 2022
En Sesión Solemne, el Senado de la República entregó el Premio al Mérito Literario “Rosario Castellanos”, correspondiente a 2021, a la poeta, ensayista y traductora Elsa María Cross y Anzaldúa.
Este reconocimiento tiene el propósito de premiar a escritoras y escritores con obra consolidada, escrita en idioma español o en cualquiera de las lenguas originarias de Latinoamérica, y que pertenezca a los géneros literarios de la narrativa, dramaturgia, poesía o ensayo.
La presidenta de la Mesa Directiva, Olga Sánchez Cordero, destacó que este galardón “tiene como centro la vida y obra de dos mujeres, cuyo honor se ha instituido. Hoy, agregó, “el ser mujer se viste de gala, me congratula tener la oportunidad de otorgar, a nombre de las y los senadores, la presea Rosario Castellanos” a Elsa Cross.
Ella, asentó Sánchez Cordero, además de ser poeta, ensayista y traductora mexicana, “es creadora de la música del alma, autora desde hace décadas de una poesía fina, sutil, romántica, pero fuerte a media voz, pero a toda voz como ácido, y debe continuar la conquista de los espacios por parte de nosotras las mujeres”.
Tanto Rosario Castellanos como Elsa Cross, expresó, son dos mujeres mexicanas, que “han dejado huella en las letras mexicanas, dos mujeres que desafiaron el tiempo con sus textos y que merecen el reconocimiento de todas y todos, porque ser mujer en México, ser escritora en México, ser poeta en México, no es una tarea fácil”.
La escritora galardonada nació en la Ciudad de México, el 6 de marzo de 1946. Es doctora en Filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México, donde actualmente es profesora titular de Filosofía de la Religión en la Facultad de Filosofía y Letras.
Asimismo, radicó dos años en la India, donde estudió filosofía hindú. También vivió en Estados Unidos, nación en la que impartió clases sobre mito y religión.
Fue profesora de la Escuela de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y codirectora de la Casa del Poeta; becaria del INBA en 1981 y del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA), en 1990; y formó parte del Sistema Nacional de Creadores de Arte (SNCA), en 1993 y 2002.
Además, obtuvo reconocimientos como el Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines (1992), el Premio Xavier Villaurrutia (2007) o la Medalla de Bellas Artes por su trayectoria (2012). Ha publicado, entre otros títulos, Poemas desde la India, Los sueños, Elegías, El vino de las cosas y Cuaderno de Amorgós.
En su intervención, Elsa María Cross y Anzaldúa reconoció que es urgente que exista una política pública de Estado, que proporcione a niños y a jóvenes una educación artística formal y de calidad, para que llegue a ser tan importante como las matemáticas, la gramática y la historia, en los tres niveles educativos.
“Toda inversión en el arte y la cultura va a redituar en la formación de mejores ciudadanos y personas; los efectos del arte no se pueden medir ni cuantificar, pues son invisibles, y tal vez por eso, son más poderosos”, acotó.
La galardonada asentó que, como miembro de la comunidad cultural, no puede evitar sentir, cada vez que se recorta un presupuesto al arte y la cultura para destinarlo a otros proyectos o macroproyectos, que ésta es “una victoria para las fuerzas más oscuras del país”.
Elsa Cross pidió al Senado emanar leyes que protejan a los jóvenes, que salvaguarden el patrimonio cultural y espiritual, así como a los artistas que los producen, pues es lo que puede ofrecer un contrapeso responsable a la exaltación que hacen los medios de la violencia y el crimen.
Es muy grave, subrayó, que dejemos que el talento y la creatividad de las más jóvenes generaciones, queden a la deriva y a merced de la banalidad, la vulgaridad y la violencia, siempre crecientes, que inundan los contenidos de la mayoría de los medios de difusión y el uso insalubre de muchas redes sociales.
Lo anterior, acotó, sin ofrecerles un contrapeso, una defensa interna, en un tiempo en el que hay una total crisis de valores morales y humanos.
La escritora aseguró que no se trata de que todos los jóvenes sean artistas, pero cualquiera que sea su vocación y su camino en la vida, por la sensibilidad y conocimiento que obtengan de su contacto con cualquier forma del arte, su visión de la realidad y capacidades de respuesta serán enriquecidas.
La presidenta de la Comisión de Cultura, Susana Harp Iturribarría, dijo que, para el Senado de la República, la mejor forma de celebrar la obra de Rosario Castellanos, es convocar en su nombre a otras personalidades de las letras y reconocer en tiempo y forma su trabajo.
En este sentido, manifestó que la obra de Rosario Castellanos y de Elsa Cross “son muy distintas, pero no distantes”, porque en ambas se habla de manera “sensible y sincera, porque su voz viene desde la profundidad de ser mujer”.
La senadora refirió que la galardonada pertenece a una generación “muy rica y diversa”, en la que las personas que la rodearon desde sus primeros años como poeta, más que influenciar su obra, le abrieron el mundo, porque se dedicaban a las letras, dramaturgia, filosofía, humanidades y demás actividades del quehacer artístico.
Por ello, agregó, para Elsa Cross “la poesía es una expresión del conocimiento, una forma de acercarse a la verdad más profunda del ser”.
Al inicio de la Sesión Solemne, el senador Eduardo Ramírez, quien propuso la creación de la presea, aseguró que la obra de Elsa Cross es una de las más significativas de la literatura contemporánea, pues reúne el rigor propio del pensamiento filosófico y la capacidad creativa de la propia creadora.
Se cumple este merecido reconocimiento con dar a este premio a una mujer que enaltece la literatura y su idioma, además de que aporta a nuestra cultura una sólida obra y un prestigio más allá de cualquier duda. “Gracias Elsa Cross por tu legado; gracias por tu poesía y por tu compromiso literario”.
La senadora María Guadalupe Saldaña Cisneros, secretaria de la Mesa Directiva, dio lectura a la semblanza de Rosario Castellanos y destacó que se trata de una de las escritoras más importantes de la literatura del Siglo XX, además de una pionera intelectual del feminismo mexicano.