Octubre 4, 2021
Por UNAM
Crece el temor de los mercados financieros, en el marco del inminente colapso de Evergrande. La empresa china, uno de los mayores promotores inmobiliarios del mundo y la principal constructora en el país asiático, está a punto de quebrar por deudas que superan los 305 mil millones de dólares.
Alicia Girón, investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, explica en qué contexto surge esta crisis. La construcción es uno de los sectores más importantes en cualquier economía, por lo tanto el dinamismo en esta actividad implica más trabajo, mejore sueldos y mayores oportunidades de expansión, cosa que durante años Evergrande supo capitalizar a su favor. En este contexto, la coordinadora del Programa Universitario de Estudios sobre Asia y África, brinda un panorama sobre el sistema financiero chino, indispensable para entender la crisis.
“La mayoría de los bancos en China son estatales, las cuatro principales entidades financieras de ese país son las más grandes de todo el mundo. Como consecuencia de la grave crisis financiera internacional ocurrida en 2008, en todos los países los bancos centrales otorgaron una gran cantidad de liquidez para que los bancos prestaran dinero. En el caso de China, esos grandes préstamos pasaron principalmente a empresas privadas. En la siguiente década – puntualiza Girón – las políticas adoptadas en ese sentido a nivel internacional, se centraron en disminuir las tasas de interés.
Por eso para cualquier ahorrador de a pie, tanto en México, como en Europa o en china, una de las formas más adecuadas de proteger su dinero era invertir en bienes raíces o a través de una hipoteca. Conforme se desarrolla la construcción, las propias empresas venden ladrillo a futuro, cuyo precio en el mercado será superior a la inversión inicial. Con casi 1380 proyectos en construcción y diversificada hacia los coches eléctricos además de otras actividades, Evergrande en particular es una empresa que no sólo incluye inversionistas extranjeros en su cartera de clientes, también los grandes bancos chinos cotizan con esta constructora invirtiendo en todo el país. La industria de la construcción genera entre el 20 y el 25% del producto bruto interno chino, esto implica que una enorme población trabaja en este sector y por lo tanto sería indispensable evitar la debacle inmobiliaria.
La crisis llegó a una empresa rentable y en crecimiento
La hipótesis más improbable y menos deseada, es hoy para Evergrande una realidad difícil de afrontar. Al igual que muchas empresas de Estados Unidos y Europa, diez años después de la crisis financiera internacional, China contrajo un gran endeudamiento que decidió pagar mediante créditos pero hoy son imposibles de solventar para Evergrande. Una de las grandes calificadoras de riesgos que otorga el rango de inversión a diferentes empresas, ya había anticipado la imposibilidad del gigante inmobiliario de cumplir en tiempo y forma con sus compromisos financieros. En la práctica esta incapacidad de pago implica un riesgo enorme para China pero también para el mercado financiero internacional, por eso se desplomaron algunas bolsas de valores en el mundo y el Peso mexicano sufrió un pequeño revés en los últimos días.
“Si el gobierno chino a través del Banco Central no rescata a Evergrande – anticipa la investigadora – habrá severos problemas sociales cuyas manifestaciones ya comenzaron en diferentes regiones del país. Esta crisis evidencia grandes perdedores como los bancos chinos, los fondos de inversión norteamericanos y de otros países, que habían apostado enormes sumas de dinero al gigante inmobiliario. Si finalmente el rescate financiero de Evergrande no llegara a concretarse, a criterio de la investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, estaríamos en presencia de una gran lección por parte del presidente de China hacia todas las empresas privadas seriamente endeudadas en su país”.
¿Cómo afecta a México la crisis de Evergrande?
“En la economía de nuestro país habría un mayor deslizamiento del Peso frente al Dólar. Por otra parte si México tiene contratado un paquete de inversiones con China, lógicamente esos proyectos comerciales también se verían resentidos a corto y mediano plazo. Uno de los motores que impulsan la economía es la industria de la construcción, por lo tanto las obras de infraestructura en carreteras, aeropuertos, presas, energía solar y energías renovables por ejemplo, harían la diferencia en materia de política económica para México”, explica.
La coordinadora del Programa Universitario de Estudios sobre Asia y África, considera un acierto la fusión entre el sector público y el sector privado pues como ocurrió en China, un trabajo conjunto con las regulaciones correspondientes, podría contribuir a dinamizar fuertemente la economía de nuestro país.
