MÉRIDA, YUCATÁN. – Ayer se dio a conocer que Joaquín Alberto «N», alias Papá Oso, fue detenido como probable responsable de los delitos de amenazas, lesiones calificadas, abuso sexual agravado y privación ilegal de la libertad en agravio de una mujer de 30 años, luego de un operativo coordinado entre la Policía Estatal de Investigación (PEI) y la Fiscalía General del Estado (FGE). Sin embargo, la nota oficial de la SSP omite un dato crucial: cómo los agresores supieron que la víctima se encontraba sola y vulnerable en una habitación del motel, una laguna que abre interrogantes sobre la planificación del crimen.
La aprehensión se realizó en cumplimiento de una orden de un Juez de Control, basada en la carpeta de investigación. Los hechos ocurrieron la madrugada del pasado jueves 11 de septiembre, cuando la víctima se encontraba en un motel ubicado en el Periférico de Mérida. Según la versión oficial, el ahora detenido ingresó a la habitación junto con otros individuos, quienes la golpearon, amordazaron, amarraron, le inyectaron con una jeringa y cometieron abusos sexuales.
El comunicado de la SSP no aporta datos sobre si la víctima fue seguida hasta el lugar, si hubo complicidad de algún empleado del motel que proporcionó la información, o si existía un conocimiento previo que facilitó la agresión. Esta omisión deja en la sombra si el ataque fue un acto de oportunidad o un acto deliberado y planificado, lo que sería indicio de una peligrosa organización delictiva. La investigación debe priorizar esclarecer este punto clave para determinar el nivel de riesgo y la posible existencia de más implicados.
El sujeto fue puesto a disposición del juez que lleva el caso. Hasta el momento, no se ha informado sobre la identificación o captura de los otros individuos que participaron en el ataque.
