Diciembre 26, 2021
La mañana del 25 de diciembre, el telescopio espacial más sofisticado jamás creado, el James Webb, fue puesto en órbita exitosamente después de más de dos años de retrasos.
Considerado unas 100 veces más potente que el Hubble, el James Webb fue lanzado en un cohete Ariane 5 desde el Centro Espacial Guayanés, ubicado en Kourou, en la Guyana Francesa.
Se trata de una colaboración entre la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Canadiense que aportará detalles inéditos sobre el pasado remoto del Universo, la formación y evolución de las galaxias más antiguas y las propiedades de exoplanetas.
El largo camino del James Webb
Mientras continúa alejándose de la Tierra hasta alcanzar una separación de 1.6 millones de kilómetros, el telescopio espacial James Webb pasará las siguientes dos semanas desplegando sus antenas, espejos y las cinco capas de su parasol, que lo protegerán de la radiación infrarroja del espacio.
La NASA espera que el James Webb alcance su destino final (ubicado en el lagrangiano dos (L2), uno de los cinco puntos donde la atracción gravitacional entre el Sol y la Tierra se equilibra y facilita su mantenimiento en una órbita estable) 29 días después de su lanzamiento.
Entonces iniciará una etapa de enfriamiento, disminuyendo la temperatura de sus instrumentos hasta los -233 ºC para que puedan operar de forma segura. El siguiente paso será alinear su conjunto de espejos y finalmente, calibrar sus instrumentos científicos.
Sólo entonces, la agencia espacial comenzará a captar las primeras imágenes de prueba del James Webb, unos seis meses después de su puesta en órbita.
Mirar al Universo como nunca se ha visto
El principal objetivo científico del James Webb será observar las primeras galaxias formadas en el Universo temprano. El telescopio será capaz de mirar más allá de 13,500 millones de años al pasado, revelando detalles inéditos de un Universo en su etapa temprana, cuando tenía unos 300 millones de años.
Su espejo primario está formado por un panel de 18 espejos hexagonales que al alinearse funcionan como uno solo. Juntos, alcanzan un diámetro total de 6.5 metros (el triple que el Hubble) lo que le permitirá captar más luz y recoger información de objetos de espacio profundo más débiles.
El James Webb estudiará las galaxias para comprender más sobre su evolución, observará la formación de estrellas y su ciclo de vida a detalle, además de medir las propiedades físicas y químicas de otros sistemas planetarios y exoplanetas, así como analizar las superficies y atmósferas de planetas, lunas, cometas, asteroides y otros objetos de nuestro Sistema solar.
Con información de National Geographic