Julio 17, 2022
El aire que circula de octubre a mayo por las zonas industriales de Guanajuato, que incluye la refinería de Salamanca, es la principal fuente de contaminantes externa que llega a la ciudad de Querétaro, lo que coincide con la temporada de mayores concentraciones de ozono, revela el primer estudio en materia de polución en la región, realizado por investigadores de la UNAM.
La experta de la Unidad Multidisciplinaria de Docencia e Investigación Juriquilla, de la Facultad de Ciencias de la UNAM, Dara Salcedo González, encabezó el estudio “Source Apportionment of Particulate Matter in the Metropolitan Area of Querétaro (Central México): First Case Study)”, cuyos resultados fueron presentados en la revista Atmósfera.
“Las mayores concentraciones de contaminantes en Querétaro, generalmente ocurren entre diciembre y mayo y están relacionadas –de forma similar a lo que se ve en la Ciudad de México– cuando hay una gran estabilidad en la atmósfera, altas temperaturas y mayor cantidad de luz. Sin embargo, cuando empieza la temporada de lluvia, a mediados de mayo, las concentraciones se mantienen al mínimo hasta el verano, pero cuando acaban las lluvias vuelven a aumentar”, explicó.
Este tipo de estudios en nuestro país se realizan, por lo general, en la capital de la nación al ser la más grande. Sin embargo, hay otras zonas urbanas amplias de las que se sabe poco sobre las fuentes de contaminantes al aire, su comportamiento químico y transporte y los efectos en la salud, precisó.
Este trabajo, en particular, “comenzó cuando la Ciudad de México tuvo niveles altos de smog y de repente nos preguntaban si podría afectar a Querétaro, pero no había información al respecto, no sabíamos si podía o no ser una posibilidad. Al hacer los análisis encontramos que lo más probable es que no haya un vínculo. Más bien los contaminantes pueden estar relacionados con emisiones locales o de la zona del Bajío”, detalló la experta en aerosoles atmosféricos.
Salcedo González agregó que aun cuando Querétaro es una urbe de menor tamaño, tiene varias fuentes de emisión locales, zonas industriales, tráfico, etcétera, el único tipo de polución que le llega de la Ciudad de México, Puebla, Estado de México o Morelos está relacionado con los vehículos automotores que se desplazan entre estas zonas urbanas.
La mala calidad de aire en esas áreas es uno de los problemas ambientales antropogénicos de mayor preocupación en la actualidad, debido a sus efectos negativos a la salud humana los cuales incluyen muerte prematura y cáncer, precisó la especialista universitaria.
El grupo de Ciencias de la Atmósfera del campus Juriquilla, encabezado por Salcedo González, busca comprender la relación entre las emisiones locales y regionales de contaminantes atmosféricos y la mala calidad del aire en la región central de México, conocida como el Bajío, la cual es de gran importancia industrial y agrícola. Incluye metrópolis como Guadalajara, León y Aguascalientes con una población total aproximada de 13 millones de personas.
Sabemos que en Querétaro hay fuentes locales industriales, canteras que emiten bastante polvo y el tráfico, además, es paso de una cantidad considerable de vehículos pesados. En el estudio no nos enfocamos en eso, sino en la región que rodea a esa ciudad, incluyendo Salamanca, la CDMX y la Sierra Gorda queretana, precisó.
Las mediciones y análisis del aire y su comportamiento realizados por los expertos universitarios determinaron que la mayoría de los flujos de viento que llegan a la entidad provienen de un área ubicada al noreste de Querétaro, razón por la cual es poco probable que el traslado de smog de la capital de la República afecte la calidad del aire en la ZMQ.
“Lo que vimos es que, en ciertas épocas del año, en particular entre octubre y mayo, tenemos vientos que vienen de la región Guanajuato, que surcan por todo este corredor industrial Irapuato-León y la refinería de Salamanca. De alguna forma ese aire puede ser una fuente de contaminantes que se suman a los que ya tenemos de manera local”, precisó la doctora en Ciencias.
Luego de los resultados obtenidos, la investigadora y su equipo esperan implementar un modelo de calidad del aire para la capital de la entidad queretana, que incluye conocer emisiones, vientos, meteorología y química, así como las reacciones que pueden ocurrir en la atmósfera.
Estos instrumentos son importantes porque permiten saber el efecto de disminuir la concentración de ciertos agentes de polución y su efecto esperado. Además, son clave para diversas regiones de México, si se considera que el cambio climático implica mayor temperatura y esto genera más concentración de ozono y partículas, finalizó Salcedo González.