Noviembre 1, 2022
Desde la tarde de este lunes 31 de octubre comenzaron a arribar miles de mariposas monarca al Llano del Conejo, en la parte alta del cerro El Campanario, del ejido del Rosario, municipio de Ocampo, informó Diego González, quien forma parte de los organizadores del santuario de la mariposa.
“Desde ayer comenzaron a llegar turistas, pero no les permitimos subir porque las mariposas necesitan descansar luego de viajar miles de kilómetros de Estados Unidos y Canadá”, comentó el sobrino de Homero Gómez, ya fallecido, quien impulsó la preservación de los bosques de oyamel y la organización de los ejidatarios para instalar infraestructura turística para las decenas de miles de personas, nacionales y extranjeras, que visitan cada año la zona de la monarca.
Comentó que también comenzaron a llegar al santuario de Sierra Chincua, ubicado a unos kilómetros de El Rosario, municipio de Angangueo.
“Por razones políticas llega poco turismo, pero llegan igual, o más mariposas, que en el cerro El Campanario”, comentó Diego González.
Para algunos pueblos mazahuas de la región oriente de Michoacán, el arribo de la mariposa monarca horas antes del 1 de noviembre representa la llegada de las almas de los niños fallecidos, porque puntualmente arriban a los bosques de oyamel el mismo día de cada año.
También la partida de la mariposa monarca es puntual al inicio de la primavera, luego de haber permanecido durante casi cinco meses en estos dos santuarios, al igual que Huacal Chivati y Cerro Pelón, ubicados en el municipio de Zitácuaro, y el de Altamirano, municipio de Contepec, que no están abiertos al público, y retornan nuevamente al norte del continente.
Se espera que el santuario El Campanario abra sus puertas en breve, pero eso lo darán a conocer en su oportunidad las autoridades ambientales.
Diego González comentó que espera que este periodo de hibernación de los lepidópteros lleguen más de 200 mil turistas, luego de que prácticamente ha sido controlada la pandemia. Esperan al menos unos 160 millones de mariposas, poco más que en 2021.
La tala inmoderada, el cambio de uso de suelo y las plagas han deteriorado seriamente los bosques del oriente de Michoacán, de tal manera que al menos 40 por ciento de las zonas arboladas han sido destruidas. Incluso han desaparecido pequeñas colonias de lepidópteros en Las Palomas, municipio de Zinapécuaro y Mil Cumbres, municipio de Charo.
Después del año 2000 hubo un periodo de saqueo de madera que afectó más de 50 mil hectáreas de las llamadas zonas de amortiguamiento y zona núcleo de la mariposa en los municipios de Zitácuaro, Angangueo, Ocampo, Zinapécuaro y Tlalpujahua.
En el ejido de El Rosario, donde se ubica el santuario de El Campanario, y en otras pequeñas comunidades hay al menos 10 mil habitantes y la mayoría vive en pobreza porque no hay empleo, lo que ha provocado emigración, por lo menos temporal, a ciudades como Toluca y la Ciudad de México. (Con información de La Jornada San Luis)