Mayo 8, 2024
¡Es anormal!
El informe del observatorio europeo Copernicus revela una tendencia alarmante: el planeta ha registrado 11 meses consecutivos de temperaturas excepcionalmente altas tanto en la atmósfera como en la superficie de los océanos. A pesar de que el fenómeno climático natural El Niño está debilitándose, el calentamiento persiste, alimentado principalmente por la quema de combustibles fósiles como el petróleo, el carbón y el gas.
«Este patrón de calor no es nuevo, ya vimos una situación similar en 2015/2016», señala Copernicus, subrayando la gravedad de la situación actual. Desde junio del año pasado, la temperatura global ha estado por encima de lo normal, con abril de 2024 no siendo una excepción, registrando una media de 15.03°C, 1.58°C más alta que la era preindustrial.
«Las condiciones actuales son notables», enfatiza Julien Nicolas, climatólogo de Copernicus, resaltando la urgencia de la situación. A medida que las temperaturas continúan aumentando, los eventos climáticos extremos se vuelven más frecuentes e intensos, advierte. Desde olas de calor en Asia hasta inundaciones devastadoras en Brasil, los impactos del calentamiento global son evidentes en todo el mundo.
Aunque abril mostró cierta variabilidad en las precipitaciones, con regiones experimentando lluvias extremas y otras sequías, la temperatura de la superficie oceánica sigue batiendo récords, amenazando la vida marina y la capacidad de los océanos para absorber el exceso de gases de efecto invernadero.
El Niño, que alcanzó su punto máximo a principios de año, se debilita gradualmente, abriendo la posibilidad de una transición hacia condiciones neutrales o incluso La Niña en la segunda mitad del año. Sin embargo, como destaca Nicolas, este fenómeno natural no cambiará la tendencia general del calentamiento provocado por la actividad humana. «Las proyecciones indican que seguiremos viendo nuevos récords de temperatura a medida que estas tendencias persistan», advierte Carlo Buontempo, director del C3S, subrayando la urgencia de abordar el cambio climático antes de que sea demasiado tarde