Diciembre 03, 2022
Chimalhuacán, Estado de México.- La casa de la familia Pantoja Martínez, quienes en 2019 denunciaron el abuso de policías municipales en contra el padre de familia y una de sus hijas de entonces 12 años, fue baleada y su auto incendiado; los agresores también dejaron una cartulina con amenazas de muerte.
Los hechos ocurrieron la madrugada de este jueves, cuando sujetos arribaron a la vivienda de las víctimas, ubicada en el Barrio Fundidores, donde cometieron la agresión.
De acuerdo con activistas feministas, ayer Irene Martínez Cervantes acudió a la Fiscalía de Justicia mexiquense (FGJEM) a preguntar por los avances de su carpeta de investigación, donde le dijeron que harían un retrato hablado de los agresores, después de lo cual regresó a su domicilio.
“Por la madrugada fueron a su casa y dejaron un puerco destazado y pusieron que eso le pasaría si no da de baja las carpetas (de investigación); incendiaron su casa y su carro y le dejaron un mensaje que si no se va en 24 horas, la van a matar”, alertó una de las activistas.
Durante un recorrido en el lugar de la agresión al mediodía de este jueves, EL GRÁFICO constató el lugar del ataque, sin embargo, no había un aseguramiento ni vigilancia de ninguna autoridad.
“Los policías estatales y municipales vinieron en la noche, los bomberos apagaron el carro y se fueron”, contó un vecino en la zona.
En 2019, el padre de familia fue detenido por agentes municipales cuando circulaba con su hija, de 12 años, el hombre fue llevado al Ministerio Público, pero su hija fue privada de su libertad y hallada tres días después con signos de haber sido drogada, golpes y agresión sexual.
Sin embargo, las investigaciones de las Fiscalía mexiquense no ha logrado esclarecer los hechos y a principios de abril pasado, Irene fue detenida acusada de circular en una motocicleta con reporte de robo, aunque después las autoridades informaron que fue porque circulaba en sentido contrario.
En esa ocasión, la madre de familia fue detenida y ella acusó golpes y abusos de partes de tres agentes de tránsito, quienes fueron detenidas.
Apoyadas por diversas colectivas y las activistas Irinea Buendía y Lidia Florencio, madres de Mariana Lima Buendía y Diana Velázquez Florencio, víctimas de feminicidio en esta localidad, montaron un plantón frente al Centro de Justicia de Chimalhuacán, que fue desalojado violentamente la madrugada del 3 de abril por agentes vestidos de civil, hechos por los cuales tampoco hubo detenidos.
Desde que en 2019, Irene Martínez Cervantes y sus familia exigieron el esclarecimiento de la agresión contra su hija, han denunciado ser víctimas de acoso y hostigamiento; la menor también ha sido revictimizada por servidores públicos sin que hasta el momento haya detenidos ni avances.
Con información de El Gráfico
