Abril 19, 2022
Por: UNAM
Dormimos para poder vivir, para repararnos de manera continua, cuidar nuestro aparato mental, proteger el sistema inmune y respetar los ciclos circadianos de sueño y vigilia, entre otras funciones. Dormir es vital, coincidieron expertos reunidos por la UNAM.
Además de un adecuado y reparador descanso, en el sueño hay que considerar las horas suficientes que dormimos (entre siete y ocho por noche para adultos y hasta 12 en bebés). “No es recomendable dormir menos de seis horas”, dijo Nagib Randy Fernández, especialista en otorrinolaringología del Centro Médico Dalinde, quien informó que hay más de 80 patologías relacionadas con el sueño.
Un grupo de expertos de dentro y fuera de la UNAM participó en el foro virtual Sesión de preguntas y respuestas: Hablemos claramente, organizado por la Facultad de Medicina (FM), que en esta ocasión abordó el tema El sueño y sus alteraciones. El evento estuvo coordinado por Ingrid Vargas Huicochea, y moderado por Christian Gabriel Toledo Lozano, ambos de la propia FM.
Jacqueline Cortés Morelos, médica psiquiatra del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la FM, explicó que hay varias etapas del sueño, que van del superficial al profundo.
“Los seres humanos dormimos por etapas en lo que llamamos arquitectura del sueño. Tenemos las etapas uno, dos, tres y la de movimientos oculares rápidos. La etapa uno es cuando comenzamos a quedarnos dormidos, cabeceamos y cerramos los párpados; la dos es cuando nos quedamos dormidos pero aún es superficial; y la tres cuando estamos profundamente dormidos, que se amplía a la de movimientos oculares rápidos, que es cuando estamos con el cuerpo más flácido, además de que hay ensoñaciones.”
La experta destacó que es necesario revisar los correctos hábitos de sueño, como buscar un sitio oscuro y no abusar de los aparatos electrónicos, que nos estimulan a permanecer despiertos. “Se debe fomentar la higiene del sueño, pues muchos trastornos ocurren por malos hábitos”.
Profundo y continuo
Silvia Aracely Tafoya Ramos, también de Psiquiatría y Salud Mental de la FM, se refirió a la calidad del sueño. “Necesitamos que sea profundo, continuo, es decir, que no nos estemos despertando a cada rato, que tenga duración y respete un patrón circadiano en el tiempo adecuado”.
Óscar Prospero García, del Departamento de Fisiología de la FM, recomendó no automedicarse, pues puede ser perjudicial en muchas ocasiones. “Lo importante es el diagnóstico, por lo que sugiero recurrir a un especialista cuando se tiene un trastorno”, subrayó.
Alejandro Jiménez Genchi, coordinador de la Clínica de Sueño del Instituto Nacional de Psiquiatría, coincidió en la importancia de un adecuado diagnóstico y en el fomento a una cultura del dormir, que le de a esta actividad la importancia que merece.
Los especialistas debatieron sobre las principales enfermedades, como el insomnio, la apnea de sueño y el sonambulismo, y anotaron que, aunque esté muy popularizado, no es normal roncar, sino muestra de una disfunción de sueño. “Se calcula que 40 por ciento de la población ronca, lo que es un síntoma de disfunción respiratoria”, aseguró Randy.
Los especialistas insistieron en no automedicarse ni usar medicamentos de libre acceso (sin receta), pues en la mayoría de los casos son perjudiciales y no resuelven el problema de raíz.