Noviembre 02, 2024
Morelia, Michoacán.-Como cada año, habitantes de una veintena de comunidades indígenas de la zona lacustre del lago de Pátzcuaro se alistan para durante la noche del viernes y madrugada de sábado reencontrarse con sus seres queridos que han partido.
Será a partir de este medio día que conforme a la tradición, acudan a los panteones para levantar las elaboradas ofendas.
Aunque la celebración inicio desde ayer, 31 de octubre con la llamada caza del pato y la recolección de ofrendas, su punto máximo es alcanzado la madrugada del 2 de noviembre cuando las tumbas son adornadas con las flores tradicionales que representan la bienvenida a este mundo; velas, con cuya luz se ilumina el camino de retorno y frutas, dulces y los alimentos predilectos del difunto que se honra y entre los cuales se encuentran los nacatamales, arápakua roja (especie de mole), pozole batido, atole, tamales, corundas y pan.
La celebración se basa básicamente en la creencia de que las almas de los muertos regresan durante la madrugada de 2 de noviembre a convivir con sus seres queridos.
Para este año, autoridades han señalado que suman más de 300 mil los visitantes que han arribado al estado para ser partícipes de esta tradición.
En total se han desplegado 800 elementos policiacos para garantizar la seguridad y se han organizado al menos 500 actividades culturales y recreativas entre las que destacan un desfiles y ferias, entre ellas la de la catrina que tiene lugar en la tenencia de Capula.
Los lugares que registran mayor afluencia de visitantes estos días se encuentran Pátzcuaro, Tzintzuntzan y por supuesto la isla de Janitzio.
Con información de Enfoque Noticias