Noviembre 18, 2022
Activistas por el medio ambiente lanzaron varios kilos de harina sobre un automóvil deportivo pintado por el artista pop estadounidense Andy Warhol, que se exhibe en la exposición de arte de Milán, en Italia.
Los miembros del grupo Última generación, que se suman a la serie de protestas que se han llevado a cabo en museos de todo el mundo, también se pegaron a la ventanilla del automóvil y al piso antes de que las autoridades los desalojaran del edificio
El colectivo, que forma parte de la Red A22 donde también participa Just Stop Oil y otros grupos, promueve la desobediencia civil para llamar la atención sobre la crisis climática.
Por su parte, miembros de Just Stop Oil arrojaron este viernes pintura naranja sobre el monolito Vigeland, en Noruega, con el fin de protestar en contra de la exploración petrolera y las 53 licencias otorgadas este año en el país para dicha actividad.
Igualmente, dos jóvenes, miembros del colectivo Última Renovación, arrojaron pintura naranja sobre la estatua “Caballo y jinete” de Charles Ray en la Bolsa de Comercio de París, para demandar acción de los gobiernos contra el cambio climático.
“Todas estas cosas, todas estas personas, desaparecerán si no hacemos nada”, denunció durante la protesta el activista Aruanu, de 26 años.
Estas acciones se suman a las protestas que se han llevado a cabo en diversos museos, donde activistas también han lanzado distintos objetos a obras de arte, incluidas de Monet, Van Gogh, Goya e incluso un esqueleto de dinosaurio.
En un llamado a tomar acción por el cambio climático, los colectivos y activistas por el medio ambiente han optado por protestar a través del arte, pero de una forma disruptiva.
El pasado 15 de noviembre, miembros del grupo Última Generación rociaron con líquido negro un cuadro del pintor Gustav Klimt en el Museo Leopold de Viena, mientras que el 27 de octubre tres activistas climáticos del grupo Just Stop Oil pegaron su cabeza al cuadro ‘La joven de la perla’ de Johannes Vermeer.
A estos se suma el pastel de chocolate que fue arrojado a la cara de la figura de cera del rey Carlos III que se encuentra en Madame Tussauds, el museo de cera más conocido en el mundo y la sopa que fue vertida sobre ‘Los Girasoles’ de Vicent Van Gogh, en la Galería Nacional de Londres en el Reino Unido.
En mayo de este año, otro hombre lanzó un pastel contra La Gioconda, el cuadro mejor conocido como La Mona Lisa, en el museo Louvre, en París, con el fin de que instar a las personas a que ‘piensen en la Tierra’.
Igualmente, tres personas de la organización Just Stop Oil entraron a la Galería Nacional de Noruega con la intención de pegarse a ‘El Grito’, de Edvard Munch y posiblemente cubrirlo con algún tipo de comida. Sin embargo, fue frenado antes de que sucediera.
Además, ecoactivistas del mismo grupo fueron arrestados en julio de este año luego de pegarse al marco de ‘The Hay Wain’, la obra maestra de John Constable.
Incluso las obras de Warhol ya han sido el blanco de las protestas anteriormente. El pasado 9 de noviembre, manifestantes climáticos del colectivo Stop Fossil Fuel Subsidies garabatearon sobre las latas de sopa Campbell en la Galería Nacional de Australia.
Con información de Aristegui Noticias