Octubre 14, 2021
En la gran transformación a la que ha convocado el presidente Andrés Manuel López Obrador, el campo es esencial, ya que está en nuestras raíces históricas, ofrece soluciones a nuestro complejo presente y es un sólido eje para el crecimiento económico del país, afirmó el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula.
El trabajo constante de los productores mexicanos –a quienes calificó como héroes y heroínas de la alimentación— nos ha permitido en 2020 tener un crecimiento positivo de 2.0 por ciento, y de 4.5 por ciento en el primer semestre de este año, resaltó al comparecer ante el pleno de la Cámara de Diputados con motivo de la glosa del Tercer Informe de Gobierno.
En 2020 la producción de alimentos fue de 290.7 millones de toneladas, 2.7 millones más que en 2019, pese a la marcada desaceleración económica por los efectos de la pandemia, y para este año se prevé un volumen de 292.8 millones de toneladas, expuso ante las fracciones parlamentarias representadas en San Lázaro.
Este comportamiento, dijo, demuestra la pertinencia de los grandes objetivos del Gobierno de México para el sector: el primero, es el rescate del campo como fuente de bienestar, con la ejecución de políticas públicas para un desarrollo equitativo —sustentado en el apoyo directo y sin intermediarios— a los productores de pequeña y mediana escala, quienes producen más del 50 por ciento de los alimentos que se consumen en el país.
El segundo, abundó, es fortalecer la soberanía alimentaria, buscando reducir la dependencia de importaciones de productos básicos como maíz, frijol, arroz, leche, carne de cerdo, res y ave, a fin de garantizar a toda la población el derecho constitucional a la alimentación, apuntó Villalobos Arámbula.
El secretario de Agricultura subrayó que entre 2018 y 2020 los programas prioritarios en el campo contribuyeron a que la pobreza rural disminuyera en 800 mil personas, de acuerdo con cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Dejó en claro que “el cambio de paradigma productivo lo definimos exclusivamente los mexicanos, no otros países ni empresas trasnacionales. Respetamos los compromisos internacionales, pero negociamos con el exterior en los términos que demanda el interés nacional”.
Bajo esta premisa, afirmó, el Estado no puede ni debe renunciar a su papel de promotor y regulador de las relaciones económicas más justas y equitativas en el campo mexicano, en un trabajo con sus diferentes actores en la construcción de un país mucho mejor para todos.
El titular de Agricultura subrayó que en materia presupuestal se ha demostrado que lo importante es la manera de ejercer los recursos que se destinan al campo, con honestidad y evitando la corrupción. A septiembre pasado, dijo, se había ejercido el 98.7 por ciento del presupuesto programado de la Secretaría.
Balanza superavitaria
Destacó que desde Agricultura se acompaña con diversos servicios y bienes públicos a los productores y al sector agroempresarial para mantener su capacidad productiva para el mercado nacional y de exportación, lo que ha colocado a México en el décimo segundo lugar mundial en producción y el séptimo en exportación, con la comercialización a 192 naciones.
En el periodo enero-agosto de este año, la balanza comercial agroalimentaria registró un superávit de alrededor de cinco mil 200 millones de dólares, el tercero más alto desde 1995. Un gran éxito de nuestros productores y agroexportadores, refirió el secretario.
Aumentan Precios de Garantía para granos básicos
El secretario Víctor Villalobos dio a conocer, además, un incremento en el monto del programa de Precios de Garantía para granos básicos, que al 30 de septiembre pasado ha beneficiado a 73 mil 869 pequeños y medianos productores de maíz, frijol, arroz, trigo panificable y leche.
Así, el precio por tonelada de maíz pasa de cinco mil 610 a seis mil 060 pesos; para frijol, de 14 mil 500 a 16 mil pesos por tonelada; arroz de seis mil 120 a seis mil 760 por tonelada –aumenta a siete mil 300 para pequeños productores-; y trigo panificable de cinco mil 790 a seis mil 400 pesos –con seis mil 900 para agricultores de pequeña escala.
Un campo incluyente
Los apoyos en el sector agropecuario y pesquero han permitido la inclusión productiva de las mujeres rurales, que representan el 34 por ciento de los beneficiarios de los programas prioritarios, “la agricultura tiene nombre de mujer”, apuntó el funcionario federal.
También, se atiende de modo preferencial a los pueblos originarios. Un millón 387 mil beneficiarios residen en municipios con población indígena, detalló.
Producir de manera sostenible, el reto
Tenemos el reto de seguir produciendo alimentos para una población en permanente crecimiento, pero debemos hacerlo de manera sostenible, «disminuyendo la huella hídrica, incrementando la captura de carbono, reduciendo la emisión de gases, y preservando nuestra biodiversidad. Todo, sin disminuir nuestra capacidad productiva», expresó el secretario.
Consideró necesario recuperar la salud de los suelos dedicados a la agricultura; con políticas públicas y marcos normativos que permitan revertir su acelerado deterioro, a la par de la implementación de buenas prácticas agrícolas, como la labranza de conservación y la rotación de cultivos.
El funcionario federal expuso que los riesgos para la agricultura, la ganadería, la pesca y la acuacultura no se limitan a la variabilidad climática ni a la incidencia de eventos catastróficos, debido a que también pueden provenir de las enfermedades de plantas y animales.
En este escenario, indicó que se tiene que trabajar bajo un enfoque que incluya, de manera integral, a la salud humana, la sanidad agropecuaria y la salud del ambiente y los recursos naturales, con la innovación y la tecnología.
“Creemos en la innovación como un factor muy relevante en el cambio de paradigma productivo que buscamos. El conocimiento científico y los avances tecnológicos son herramientas para construir futuro, cuando éstas se complementan con el conocimiento ancestral y las tradiciones culturales”, anotó Villalobos Arámbula.
Avances e impacto de los programas prioritarios de Agricultura
Al 30 de septiembre de 2021, informó el secretario Villalobos, los programas prioritarios a cargo de Agricultura canalizaron más de 21 mil millones de pesos a 2.7 millones de beneficiarios, lo que representa un incremento de 9.0 por ciento en recursos y de 2.0 por ciento en beneficiarios con relación al año pasado. Destaca la participación de mujeres rurales y personas indígenas.
El Programa Producción para el Bienestar, que dota de liquidez a los agricultores de pequeña y mediana escala para su inversión en actividades productivas, reportó un avance de 99.6 por ciento, en beneficio de dos millones 169 mil 480 agricultores, en el período referido.
El Programa Fertilizantes para el Bienestar apoyó a 363 mil 532 pequeños productores de Guerrero, Morelos, Puebla y Tlaxcala, con 165 mil 600 toneladas del insumo para una cobertura de 552 mil 231 hectáreas, a septiembre pasado.
En el ámbito pesquero y acuícola, Bienpesca otorgó un incentivo individual de siete mil 200 pesos a 192 mil 648 beneficiarios en 2020, y al mes de septiembre de este año ha brindado apoyos a 175 mil 461 pescadores y acuacultores.
Por su parte, Abasto Rural, operado por Segalmex-Diconsa, está presente en dos mil 229 municipios que representan el 91 por ciento del total nacional y beneficia a más de 22.7 millones de personas, con la distribución de productos básicos de calidad y valor nutricional en 24 mil 500 tiendas comunitarias.
Finalmente, el Programa de Abasto Social de Leche, a través de Liconsa, atiende mensualmente a 5.7 millones de personas, y a septiembre de este año se han distribuido 486.5 millones de litros de leche fortificada, con la operación de 10 mil 355 lecherías, puntualizó.