MIENTRAS CAE LA LLUVIA
Por Russell G. G. Arjona Tamayo
30 de abril de 2024.
Empezaré con señalar que cada vez que los conservadores se han aferrado a mantener lo que en su momento había, como pueblo hemos perdido mucho.
El pensamiento de parte de la vida política y socioeconómica en el región, brincando muchas etapas y trasladándome a la Conquista de la misma en la que con campañas realizadas por el Imperio español en Mesoamérica y específicamente en nuestra península contra los últimos estados mayas los fueron conquistando hasta la actualidad en las que, en el pasado, hubieron quienes se opusieron a tal conquista y, otros, se sumergieron dentro de misma militares, ya sea en la conquista, cultural, religiosa o económica en beneficio de unos y perjuicio de otros.
Después la Revolución social que los nativos mayas de 1847 contra la población de “blancos” (criollos y mestizos), que se encontraba mayoritariamente establecida en la porción nor-occidental de la península de Yucatán. Una parte valiente de los mayas se fue en conquista de esa revolución y libertad mientras otra, se quedó a contemplar el paso de la historia que atraería aparejada su propia discriminación en sus tierras, y que hoy muchas no les pertenecen y les dejaron de pertenecer desde que se establecieron los hacendados y cuyo monumento lo puede Usted ver en la glorieta que le llaman del “Pichón”.
Aquí brincaremos ese cuento de la Chispa de la Revolución, para decir que esta última dio como resultado que se construiría una «mexicanidad» distinta para el México del siglo pasado. A partir de esta etapa, creo yo, empiezan a integrar y trasmitir cultura de la región a nuevas generaciones y de alguna u otra manera trajo beneficios a la gran población en contra de ese pequeño núcleo poblacional que en muchas ocasiones sus riquezas vienen desde la misma conquista.
En este último siglo, la contienda viene entre los que pedían un cambio, una revolución de conciencias o un mitigar la profunda desigualdad entre los que tienen mucho versus aquellos que nos han despojado prácticamente de todo incluida la esperanza, sean las Castas Divinas, Beduina o Neoliberal que estos últimos entregarán a sus hijos a ser capataces en siguientes generaciones y trabajadores en las subsiguientes.
En todas esas etapas hubieron hombres y mujeres, valientes o cobardes, en las que Usted las puede ir ubicando y ubicarse en el lugar que crea que deban ir en la historia; pero que por un lado unos defendieron sus tierras, derechos e injusticias y del otro lado otros tratando de aniquilar a los primeros para ser ellos los detentadores del poder político y económico que hasta hoy implora una población marginada. Es decir, unos que querían cambios y los otros conservar lo que había.
Hoy en este siglo y en estas etapas electorales encuestas que van y vienen. Unas por ejemplo, ponen arriba a un sencillo hombre del interior del estado y otras ponen a quien con su bandera pretende conservar lo que su ideología representa. Conociendo Yucatán y el significado del “pensamiento malinchista” seguramente estamos a punto de quedar como estamos. Tengo que ser claro y objetivo sin postrar las rodillas en el ardiente suelo del Maya´ab y sin pretender llevarlos a una lucha que a veces ni siquiera estoy invitado.
Hoy como ayer, hay hombres y mujeres que quizá luchen por darle una sacudida al conservadurismo que los ha zamarreado, pero habrán más que seguramente ese poder conservador, económico y político los tendrá como hermosos pajaritos comiendo de sus manos.
Lo que queda aquí preguntar es que al igual que en muchas partes de la historia de nuestro pueblo ¿Estas por un cambio o estas por Conservar lo que hoy es?
Soy respetuoso de la decisión que Usted tome. Así es la democracia y póngase Usted del lado de la historia como en aquellas etapas en las que en el pasado escribimos y seguramente Usted formará parte del presente que hoy se escribe.
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