Agosto 28, 2023
La rápida evolución de la inteligencia artificial (IA) ha marcado un hito en la historia de la tecnología, transformando profundamente la forma de vida y redefiniendo las posibilidades en campos que van desde la atención médica hasta la conducción autónoma.
En un mundo donde los asistentes virtuales te responden, los algoritmos de recomendación influyen en tus decisiones de compra o entretenimiento y ya algunos coches pueden conducirse por sí mismos —sin obviar el potencial de ChatGPT—, es fundamental comprender en qué punto exacto se encuentra la IA en este momento y hacia dónde se dirige en el futuro cercano.
Desde su inicio como una rama de la ciencia de la computación que pretendía imitar la inteligencia humana hasta su papel actual como motor de la innovación en diversos sectores, la IA ha demostrado —y está demostrando— su capacidad para superar los límites de lo posible.
Sin embargo, como cualquier otra tecnología con el poder de cambiar el mundo, también se están planteando grandes desafíos por el camino, así como cuestionamientos éticos que deben hacerse frente para garantizar que sus beneficios superen sus riesgos potenciales.
«Hay tanto entusiasmo como preocupación en torno a la IA. Se están realizando esfuerzos significativos en la investigación y el desarrollo para maximizar los beneficios de la IA y minimizar sus desventajas. La dirección que tome en el futuro dependerá de cómo se manejan estos desafíos y de cómo se aplique la tecnología en diferentes sectores de la economía», explica para Computer Hoy Josué Pérez Suay, especialista en Inteligencia Artificial y ChatGPT.
¿En qué momento se encuentra actualmente la IA?
En la actualidad, la sociedad se encuentra en una fase de desarrollo de la IA conocida como IA estrecha o débil (ANI). Aunque la imagen popular —que puede verse en multitud de películas— de esta tecnología a menudo evoca superinteligencias capaces de comprender y resolver cualquier problema humano o incluso su extinción, la realidad es bastante diferente.
La inteligencia artificial actual se centra en tareas específicas y limitadas, donde puede superar a los humanos en términos de velocidad y precisión, pero solo en un dominio concreto.
Un ejemplo destacado es la IA de procesamiento de lenguaje natural. Herramientas como ChatGPT de OpenAI pueden generar texto de gran calidad y similar al humano, lo que ha llevado a aplicaciones como la redacción automática de contenido o la traducción de idiomas.
Sin embargo, estas capacidades no implican una comprensión real del lenguaje. Más bien, son el resultado de la increíble capacidad de estos modelos para detectar patrones y reglas en grandes conjuntos de datos.
«La IA actual es impresionante en términos de su capacidad para tareas específicas, pero debemos recordar que todavía carece de la verdadera comprensión humana. Los sistemas de procesamiento de lenguaje natural pueden generar texto coherente, pero eso no significa que realmente entiendan el significado detrás de las palabras», explica para Computer Hoy Óscar Castillo, Responsable global de la práctica de BigData & IA.
Hacia dónde se dirige la inteligencia artificial en el futuro cercano
En el horizonte de los próximos 2 o 3 años, se anticipan grandes avances en varias áreas clave de la inteligencia artificial:
1. Aplicaciones especializadas más avanzadas: la IA estrecha continuará refinándose y expandiéndose a aplicaciones más especializadas. La medicina experimentará un aumento en la adopción de sistemas de diagnóstico asistido por IA, donde los algoritmos pueden analizar imágenes médicas y detectar signos sutiles de enfermedades.
Además, la investigación científica se beneficiará de esta tecnología en la identificación de patrones en grandes conjuntos de datos y en la creación de modelos predictivos más precisos.
«El próximo par de años será positivo para la medicina. La IA no reemplazará a los médicos, pero sí actuará como una herramienta poderosa para el diagnóstico temprano y la toma de decisiones informadas. Imagina un mundo donde los algoritmos pueden detectar patrones en imágenes médicas que los humanos podrían pasar por alto», añade el experto.
2. Interacción más natural con la IA: el procesamiento de lenguaje natural se perfeccionará aún más, lo que permitirá una interacción más natural con asistentes virtuales y chatbots. La detección de emociones y el entendimiento contextual avanzarán, lo que permitirá que las máquinas comprendan mejor las intenciones y necesidades de los usuarios.
3. Automatización inteligente de tareas: esta desempeñará un papel fundamental en la automatización de tareas rutinarias y repetitivas en diversos ámbitos. Desde la industria hasta la gestión de la cadena de suministro, los algoritmos de IA optimizarán la eficiencia y reducirán los errores humanos.
Por otro lado y teniendo en cuenta que se habla de corto plazo, muchos expertos descartan lo que se conoce como Inteligencia Artificial General o AGI.
Como ya se ha explicado en otras ocasiones, se supone que las aplicaciones AGI replican la conciencia humana y las habilidades cognitivas sin problemas. Sin embargo, los desarrolladores de esta tecnología no pueden diseñar redes neuronales que puedan recrear la conciencia artificial en un laboratorio, al menos no todavía. La conciencia humana es demasiado abstracta y asimétrica.
En pocas palabras y si bien se han logrado avances en la investigación de IA, lograr la AGI a corto plazo sigue siendo una hazaña realmente compleja debido problemas como limitaciones de datos, restricciones de hardware y consideraciones éticas. Sin embargo, los expertos son optimistas sobre su potencial para revolucionar la industria y cambiar el mundo, pero desde luego, no por el momento.
Con información de Computer Hoy