Abril 27, 2023
Por UNAM
En sus inicios proponía un proyecto incluyente para los trabajadores, por medio de clases nocturnas
“La misma oportunidad para todos”: tal es el lema bajo el cual se creó el plantel 3 de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) hace 100 años, reclamo que sigue siendo vigente el día de hoy, afirmó Leonardo Lomelí Vanegas, secretario general de la UNAM.
“Hoy debemos sumar otras brechas, como la tecnológica, ante la cual la Universidad Nacional debe hacer un esfuerzo significativo para poner al alcance de todos sus estudiantes los recursos modernos con que cuenta la educación en línea, que son por demás importantes, como ya vimos en la pasada emergencia sanitaria.”
En la ceremonia conmemorativa por el centenario del plantel Justo Sierra de la ENP, el funcionario refirió que el mejor homenaje que se le puede hacer a la Escuela es mantener el espíritu que animó a sus fundadores, a sus creadores y profesores: tratar de extender los beneficios de la cultura a toda la población, al incorporarla al bachillerato.
Asimismo, proyectar al mayor número de jóvenes a la formación profesional, mantener la excelencia académica que siempre ha caracterizado a la Nacional Preparatoria, y conservar vivo el espíritu de libertad de cátedra que ha distinguido a nuestra Universidad, abundó.
Se cumple un siglo de una historia que inició en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, y que desde 1980 ha continuado en sus instalaciones actuales, por las que han pasado muchos profesores y trabajadores, y donde se han formado estudiantes que hoy son distinguidos egresados de esta casa de estudios, algunos de los cuales han vuelto a dar clase a la propia Universidad, recalcó.
María Dolores Valle Martínez, directora general de la ENP, recordó que en el momento de la fundación del plantel 3, luego de la conclusión de la Revolución, en el contexto educativo el panorama no era alentador. Sin embargo, la Escuela proponía un proyecto incluyente para los trabajadores.
Dicho proyecto inició con la demanda de un grupo de jóvenes trabajadores, relató. Entre ellos, “nuestro querido fundador, José María de los Reyes, quien insistió en instalar una preparatoria nocturna”.
Entre las razones que argumentó Vicente Lombardo, entonces director de la ENP, para la instalación de una preparatoria con esas características, fueron que su establecimiento podía ser de aprovechamiento general para quienes no queriendo consagrarse al estudio de una carrera determinada, pero deseando, sin embargo, tener una amplia cultura general, también podían concurrir a los cursos de la preparatoria nocturna, cuyos programas “serán tan amplios como los de la diurna”.
Así, estudiantes y maestros, hermanados en una cruzada educativa, se desempeñaron bajo el lema “La misma oportunidad para todos”. Desde la generación fundadora hasta la actual, “los alumnos que han pasado por sus aulas han aprovechado los conocimientos que destacados profesores ofrecen a diario con entrega y compromiso. Además, han adquirido valiosas experiencias, destrezas y habilidades para un mejor desempeño en sus estudios superiores”.
Todos los miembros de la comunidad del plantel 3 son voceros de nuestra institución, de sus logros, de su afán de excelencia. Eso no significa que su tarea haya concluido; por el contrario, “debemos trabajar a partir de esta tercera década del siglo XXI con mayor entusiasmo, con compromiso y unidad, para realizar desde cada una de nuestras áreas un mejor trabajo en la construcción de lo más destacado que tenemos: nuestros alumnos”, finalizó Valle.
Laura Elena Cruz Lara, directora de la Prepa 3, rememoró que el plantel a su cargo fue fundado por José María de los Reyes en 1923, con el propósito de proporcionar una educación equiparable al avance del país en aquella época. “La importancia de una escuela nocturna fue notoria, porque abrió la posibilidad de nuevos alumnos, con condiciones diferentes a las de la diurna. Volteó a ver a un sector importante dentro de la población: los trabajadores”.
Los primeros años de la escuela nocturna, que albergó a muchos estudiantes después de las jornadas laborales, transcurrieron en los pasillos y aulas de San Ildefonso.
Desde 1980, la escuela se convirtió en diurna y en un nuevo lugar sin perder su esencia, su espíritu de lucha y su pasión por brindar a los estudiantes una educación de calidad, y con la intención de que sea para todos, recalcó.
En la ceremonia se transmitió un video con la historia del plantel y se develó una placa conmemorativa.