Marzo 26, 2023
Con el objetivo de ayudar en la rehabilitación de pacientes que han sufrido algún daño neuronal –en particular por infartos cerebrales–-, la investigadora universitaria Ana María Escalante desarrolló, junto con un equipo multidisciplinario de colaboradores, una serie de videojuegos que pueden ayudar a las personas afectadas a recuperar su motricidad y funciones cognitivas.
En entrevista , la responsable del Laboratorio de Investigación y Desarrollo de Aplicaciones Interactivas para la Neurorrehabilitación, del Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la UNAM, explicó que la idea de crear dichos juegos surgió hace unos siete años, cuando se planeaba lanzar la licenciatura en neurociencias en la máxima casa de estudios.
Por aquel entonces, recordó, aún existía la plataforma Kinect –basada en personajes que imitan los movimientos reales de los jugadores– y se había adaptado su uso en computadoras personales, por lo que comenzaron a incorporar esa tecnología para complementar terapias de rehabilitación neurológica.
En dicha labor, subrayó la maestra en ciencias de la computación, se trata de corregir la pérdida de motricidad o de funciones cognitivas que ocurre tras una enfermedad vascular-cerebral, siempre y cuando la frecuencia e intensidad de la terapia sea alta y sobre todo comience de manera temprana.
“La única manera en la que podemos establecer las vías neuronales que se perdieron se basa en la repetición. Por lo tanto, el entorno ideal es el de un videojuego en donde la persona realice cierto movimiento de manera repetitiva y si está ‘metido’ en el juego, lo puede hacer con una intensidad más alta que en una terapia convencional, como apilar vasos o mover un frijolito de un lugar a otro, que puede resultar tedioso”, indicó.
Escalante conformó un grupo multidisciplinario, donde participan ingenieros electrónicos, mecatrónicos y biomédicos, para crear “juguetes” o dispositivos originales, como mouses, rodillos y sensores para los dedos. Al equipo se han sumado diseñadores gráficos y hasta músicos, para generar las atmósferas y personajes de los juegos.
Una vez desarrollados algunos juegos, sicólogos y terapeutas se han encargado de probarlos en un protocolo con pacientes sobrevivientes de infarto cerebral en el Instituto Nacional de Neurología. Aunque la pandemia interrumpió la tarea, Escalante logró obtener datos suficientes para observar una ganancia en la motricidad de los pacientes.
La investigadora enfatizó que la terapia de rehabilitación neuronal debe empezar de la manera más temprana posible, pues en los primeros tres meses después de un daño agudo al cerebro, las neuronas “están muy dispuestas a establecer nuevas conexiones. Si encauzas al paciente por la vía adecuada, puedes aprovechar esa ventana, pero si no intervienes, el paciente empieza a utilizar excesivamente su lado sano”.
En última instancia, dijo, “queremos llegar a la telerrehabilitación: que los pacientes tengan los juegos en su casa y los puedan usar todos los días. Debemos buscar algún inversionista para comercializar este desarrollo a precios accesibles y que esté al alcance de cualquiera que pueda necesitarlo y no sólo de quien lo pueda pagar”.
Con información de La Jornada