febrero 01, 2023
Astiyazh Haghighi y su prometido Amir Mohammad Ahmadi, ambos de unos 20 años, habían sido detenidos a principios de noviembre tras hacerse viral un video en el que aparecían bailando románticamente frente a la Torre Azadi de la capital.
Haghighi no llevaba pañuelo en la cabeza, desafiando las estrictas normas de la república islámica para las mujeres, que tampoco pueden bailar en público en Irán, y mucho menos con un hombre.
Un tribunal revolucionario de Teherán los condenó a 10 años y seis meses de prisión a cada uno, así como a la prohibición de utilizar Internet y salir de Irán, según informó la Agencia de Noticias de Activistas por los Derechos Humanos (HRANA), con sede en Estados Unidos.
La pareja, que ya tenía seguidores en Teherán como populares blogueros de Instagram, fue condenada por «fomentar la corrupción y la prostitución pública», así como por «reunirse con la intención de perturbar la seguridad nacional», añadió.
— توانا Tavaana (@Tavaana) January 30, 2023
HRANA citó fuentes cercanas a sus familias que afirmaron que se les había privado de abogados durante el proceso judicial, y que se habían rechazado los intentos de conseguir su libertad bajo fianza.
Según el grupo, Haghighi se encuentra ahora en la tristemente célebre prisión para mujeres de Qarchak, a las afueras de Teherán. Los activistas denuncian periódicamente las condiciones de reclusión en este centro.
Lugar sensible
Las autoridades iraníes han reprimido duramente toda forma de disidencia desde que la muerte en septiembre de Mahsa Amini, detenida por presunta violación de las normas sobre el velo, desencadenó protestas que se han convertido en un movimiento contra el régimen.
Al menos 14.000 personas han sido detenidas, según Naciones Unidas, desde personalidades, periodistas y abogados hasta ciudadanos de a pie que salieron a la calle.
El video de la pareja había sido aclamado como un símbolo de las libertades exigidas por el movimiento de protesta, con Ahmadi en un momento levantando a su pareja en el aire mientras su larga cabellera fluía detrás.
La gigantesca y futurista Torre Azadi (de la Libertad), uno de los principales iconos de la capital iraní, es un lugar de enorme sensibilidad.
Se inauguró bajo el mandato del último sha, Mohammad Reza Pahlavi, a principios de la década de 1970, cuando se conocía como Torre Shahyad (En memoria del sha).
Fue rebautizada tras el derrocamiento del sha en 1979 con la creación de la república islámica. Su arquitecto, miembro de la fe Bahai, no reconocida en el Irán actual, vive ahora en el exilio.
HRANA informó también de que la joven iraní Armita Abbasi, cuyo caso ha suscitado preocupación internacional, fue juzgada el domingo tras ser detenida en octubre por las protestas en la ciudad de Karaj, a las afueras de Teherán.
En noviembre, el canal de noticias estadounidense ‘CNN’, citando filtraciones y una fuente médica anónima, informó de que la habían llevado de urgencia al hospital tras violarla mientras estaba detenida. Las autoridades iraníes han negado las acusaciones.
El martes, HRANA y los medios de comunicación iraníes citaron a su abogada, Shahla Oroji, diciendo que Abbasi había sido acusada de propaganda contra el sistema y que el tribunal se había negado a concederle la libertad bajo fianza.