Enero 17, 2023
Para los especialistas, Nicolás Maquiavelo (Florencia 1469-1527) es una figura imprescindible, por ser considerado “el fundador de la ciencia política moderna y ahora tiene mucho que decirnos sobre la situación de las sociedades contemporáneas”, sostuvo el doctor Roberto García Jurado, profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) ganador del Trigésimo Primero Concurso Anual Premio a la investigación 2022, en el área de Ciencias Sociales y Humanidades.
El docente de la Unidad Xochimilco señaló que la obra del pensador florentino es fundamental porque muchos de los temas, acontecimientos e ideas que refiere son significativos, no sólo para su época sino también para la actual, por lo que Maquiavelo. Sociedad y política en el Renacimiento –libro por el que recibió el galardón– brinda una contextualización histórica, política e intelectual del escritor y funcionario italiano, al explicar la relevancia de los Medici, los Borgia, Savonarola o los papas de ese entonces para su país y el resto de Europa, así como lo que esos personajes representaron en la teoría política de Maquiavelo.
“No es precisamente un texto de historia, como tampoco lo es de interpretación política, sino que se propone aportar una serie de coordenadas sociales y culturales que permita una mejor comprensión” del también diplomático. Por lo tanto, el pensamiento de Maquiavelo y en especial El príncipe, que es su libro más conocido y leído, adquirirán otra dimensión, ya que podrán comprenderse con mucha más claridad.
Maquiavelo no sólo es el primer gran autor de la época moderna en el campo de la ciencia política, sino “un ejemplo típico del Renacimiento”, un humanista y un pensador que recupera lo mejor del espíritu de la Antigüedad grecolatina, tendente a la comprensión integral del ser humano, tal y como trataron de hacerlo Leonardo da Vinci, Erasmo de Rotterdam o Miguel Ángel.
Uno de los pasajes más citados y notables de El príncipe es el que aborda su método, cuando dice: “voy a hablar de la política, de las Repúblicas, tal como son, no como deberían ser o como otras personas se imaginan que deberían ser”.
Para García Jurado “este es un parteaguas fundamental” y la base de la ciencia política y de la ciencia moderna, al buscar analizar y comprender al ser humano y la realidad, tal cual son.
En efecto, dice el autor, parece un principio elemental y sencillo hasta cierto punto, “pero en el Medioevo o en los albores de la época moderna no lo era tanto. Basta mencionar que unos cuantos años después de que Maquiavelo escribiera El príncipe, en 1516, Tomás Moro publicaba su Utopía, un documento de indiscutible valor, aunque circunscribía de nuevo el pensamiento político al plano del deber ser y no del entorno objetivo”.
El doctor en Ciencia Política por la Universidad Complutense de Madrid y profesor del Departamento de Política y Cultura expuso que en el Medioevo predominaban la Escolástica y las ideas religiosas, que no prestaban mucha atención a lo que acontecía en el mundo verdadero ni en la sociedad humana ni en el contexto inmediato, sino que trataban de imaginar cómo sería la organización de la vida celestial.
Con estos antecedentes es que tiene mucha mayor relevancia lo que hace Maquiavelo, porque optó por “tratar la verdad efectiva de las cosas”, aun cuando muchos de sus intérpretes lo ven como alguien que describe con crudeza la política de aquel tiempo, sin embargo, es necesario reconocer que no se limita a relatar los hechos, sino que además considera el ámbito de los valores, las metas de la humanidad y lo que podría y debería proponerse una sociedad, partiendo –claro– de su realidad y condiciones fácticas.
El filósofo italiano es un clásico de la ciencia política, porque “cuando uno observa la situación de las sociedades contemporáneas, incluida la mexicana, él tiene mucho qué decir, porque es un gran guía para entender el escenario por el que atraviesan nuestro país y muchos otros”.
García Jurado enfatizó que, a contracorriente de lo que se piensa en general, Maquiavelo no es partidario de los gobiernos que entregan todo el poder político a una sola persona, monarca o príncipe, sino todo lo contrario.
Al profundizar en la obra de Maquiavelo en su conjunto, se puede constatar que es un republicano convencido y apasionado, es decir, un partidario de los gobiernos en los que el poder es ejercido por un conjunto de individuos que desempeña distintas funciones públicas, interactuando y limitándose recíprocamente, pero sobre todo con respeto a la ley.
El aporte principal del libro de García Jurado es que procura “hacer más comprensible el pensamiento de Maquiavelo, que se caracteriza por enfatizar la capacidad que el ser humano posee para hacer acuerdos y construir instituciones políticas que le permitan vivir mejor”.
El investigador refiere que el significado más notable de la obra de Maquiavelo es que la única manera de resolver los problemas de la sociedad es a través de la política, es decir, que la ciudadanía debe familiarizarse e involucrarse en la vida pública para ser libre por y para la política.
El académico de la UAM, quien lleva más de 30 años dedicado a la enseñanza y el trabajo científico sobre teoría política moderna y contemporánea, expresó su enorme gratitud no sólo a esta Institución, sino en específico al alumnado de la Licenciatura en Política y Gestión Social y a sus colegas del Departamento de Política y Cultura, sin cuyo aliento, reflexiones, objeciones y propuestas difícilmente habría podido concebir una obra, que ahora dedica a todos ellos.