Diciembre 19, 2022
Un abatido Kylian Mbappé, sentado sobre el césped y con la cabeza baja, recibió el consuelo del presidente francés, Emmanuel Macron, que bajó al terreno de juego para consolar a los jugadores tras una excelente participación en la Copa del Mundo Qatar 2022.
Las cámaras de televisión mostraron para la transmisión internacional como Macron se agachó para hablar un rato con la estrella francesas, a quién no dudo en apoyar tras la dolorosa derrota.
La final perdida a los penales fue un duro golpe para Mbappé, a pesar de ser el mayor goleador de este mundial y de convertirse en uno de los dos único jugadores que han marcado tres tantos en una final mundialista, ya que aspiraba a igualar al legendario Pelé como los únicos futbolistas en lograr dos mundiales, y consecutivos, antes de los 24 años.
Tras intentar aligerar la carga a Mbappé, que se quedó un rato más sentado y abatido, Macron también saludó al seleccionador Didier Deschamps y a otros jugadores del combinado.
Macron fue la principal figura del palco ya que el presidente argentino, Alberto Fernández, no viajó a Doha para la final.
Las imágenes de televisión periódicamente enfocaron al presidente, en principio enérgico y emotivo con el canto de La Marsellesa, y luego aplaudiendo alegre el primer gol de Kylian que dio esperanzas de un empate.
La alegría se transformó en entusiasmo con el empate, apenas dos minutos después, con el jefe de Estado poniendo de pie y estirando ambos brazos efusivamente.
Para el tercer gol francés, en tiempos extras para forzar los penales, Macron ya se había quitado la chaqueta y arremangado la camisa.
Posteriormente, el presidente francés participó en la ceremonia de entrega de trofeos, junto con el jeque de Qatar, Tamim ben Hamad Al Thani, y el presidente de la FIFA, Gianni Infantino.
Ahí, Macron abrazó y habló dos veces con Mbappé, cuando recibió el trofeo al máximo goleador y después al recibir la medalla de subcampeón. La estrella francesa seguía inconsolable, a pesar de los aplausos de todos los asistentes al Estadio Lusail.
Pero tampoco perdió la deportividad y saludó a los campeones argentinos, especialmente a su estrella y capitán, Lionel Messi, incluso con palmaditas en la espalda mientras le estrechaba la mano.
Y al final del encuentro alentó a los jugadores franceses en el vestidor, acompañado por el técnico Didier Deschamps.
Con información de Aristegui Noticias
