Ciencia

Inexistente, alguna herramienta que permita pronosticarlos

Septiembre 20, 2022

Los sismos no se pueden predecir y actualmente no hay ninguna herramienta ni avance científico que permita pronosticarlos de manera confiable” señala el jefe del Servicio Sismológico Nacional (SSN), Arturo Iglesias.

El también investigador del Instituto de Geofísica habla sobre los mitos más comunes sobre los sismos, en el contexto de la conmemoración de los sismos del 19 de septiembre en 1985 y 2017.

“Lo único que tuvieron en común los sismos del 19 de septiembre fue la fecha –comenta el exdirector del Instituto de Geofísica– porque fueron dos sismos completamente diferentes, como decimos en el argot, son dos animales completamente distintos. El de 1985 fue un sismo muy grande de magnitud ocho, y antes de la gran destrucción que causó en la Ciudad de México sus ondas viajaron casi 400 kilómetros. Por su lado, el de 2017 fue un sismo muy diferente, no tan grande en magnitud, de 7, pero dentro de la placa de Cocos, lo que hizo que la profundidad fuera muy diferente además de la cercanía con la capital del país y con las ciudades muy pobladas del área de Cuernavaca y Puebla. Los daños tan severos fueron consecuencia de esta cercanía. Por ello, podemos decir que no tuvieron nada en común, más que la fecha.”

Mes patrio y sus mitos

Para mucha gente, la llegada de septiembre marca, además del mes patrio, una supuesta temporada de sismos. Las redes sociales y las pláticas entre personas giran en torno a posibles temblores, como se les conoce coloquialmente. Algunos han rebautizado al mes como “septiemble”, e incluso hay memes sobre dormir vestido, y rumores sobre un gran sismo.

Todo eso son sólo mitos, asevera. “No es cierto que haya más sismos en septiembre. Es una percepción que tiene que ver con la historia, los movimientos que se dieron el día 19 y por algunos sismos recientes en México en este mes. Pero no hay ninguna razón científica para pensar que tiene una periodicidad anual o que ese mes puede ser más propicio para que haya por las lluvias, el clima o alguna cuestión relacionada con el ciclo estacional”.

Arturo Iglesias explica: “Si vemos los sismos catalogados como grandes que se han dado en el siglo XX y XXI, los que han sido muy destructivos ocurrieron en diversos meses (20 de enero, 16 de mayo, el 5 de marzo, 9 de diciembre, 16 de enero, 19 de abril, 23 de septiembre, 12 de diciembre, 14 de enero). Si hacemos un análisis de estos sismos mayores a 6.5, los vemos distribuidos a lo largo de cada uno de los meses del año. Los temblores pueden ocurrir en cualquier mes del año, cualquier día del año”.

¿Viene un gran movimiento telúrico?

Una de las noticias falsas y predicciones que hacen charlatanes, es que habrá un gran sismo en México. Para el universitario, “son rumores que se basan en nada. No hay ninguna certeza ni forma de predecir algo por el estilo. Sin embargo, es una especie de paradoja, porque, por otro lado, México efectivamente es un país donde ocurren sismos desde antes de que existiera el ser humano y han afectado notablemente a la población desde épocas prehispánicas, y no van a dejar de ocurrir. Por ello, podemos afirmar que desde luego es posible que ocurran sismos importantes en el futuro, no podemos ni dudarlo. Pero la pregunta es ¿cuándo será? Esto es lo que no podemos saber, nadie puede predecirlo, no hay herramientas ni avances científicos para conocerlo”.

El peligro de las noticias falsas

Las noticias falsas o fake news parecen no ser peligrosas, pero anota el jefe del SSN, “el peligro es tener sobresensibilidad con respecto de la situación en un momento dado; entonces se baja la guardia y se olvida que efectivamente puede haber un gran sismo. Esto es importante para las personas, pues si las casas, los edificios, los puentes y todo lo que habitamos está bien construido, ocurrirán temblores y no pasará más allá de que nos asustemos. Afortunadamente, tenemos el sistema de alerta sísmica temprana”.

Para terminar, Arturo Iglesias señala que conocer sobre los sismos, entender el fenómeno y saber qué hacer antes, durante y después de ellos no es un asunto sólo de algunas personas, de quienes están en el sismológico, sino de toda la sociedad para poder reaccionar ante estos fenómenos.

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