Septiembre 1, 2022
El hombre que atacó este jueves por la noche a Cristina Kirchner usó una pistola Bersa calibre 380 y tenía balas en su cargador, según confirmaron fuentes de la investigación al diario Clarín.
La persona que habría gatillado esa pistola sin que saliera un proyectil frente a la cara de la vicepresidenta poco después de las 21 es un hombre de nacionalidad brasileña que ya había sido detenido en marzo de 2021 por la Policía de la Ciudad en el barrio de Paternal.
Según confirmaron funcionarios del área de Seguridad, el hombre, que fue trasladado a la alcaldía de la Policía Federal en Villa Lugano y quedó a disposición de la jueza federal María Eugenia Capuchetti, tiene 35 años y se llama Fernando Sabag Montiel.
En marzo, fue detenido junto a un auto Chevrolet Prisma de color negro. Cuando el hombre buscó sus documentos en el auto, dejó caer un cuchillo de 35 centímetros de largo, y declaró que lo tenía allí para defensa personal.
La vicepresidenta, según fuentes de su círculo más cercano, no vio el arma que habría gatillado frente a su cara, ya que en ese momento se había agachado para recoger un ejemplar de su libro “Sinceramente” que le habían acercado para firmar en momentos que ingresaba a su casa, en la esquina de Juncal y Uruguay.
Cristina Kirchner supo lo que había ocurrido cuando se lo informaron sus custodios al llevarla hacia la puerta de su edificio.
Lamenta intento de magnicidio el Presidente
Alberto Fernández, presidente de Argentina, aseguró que el arma con la cual un hombre intentó cometer un atentado en contra de Cristina Fernández de Kirchner se atascó y no fue disparada, pese a que estaba cargada.
Fernández declaró: “Un hombre apuntó con un arma de fuego a su cabeza y se engatillo. Cristina permanece con vida porque, por una razón, todavía no confirmada técnicamente, el arma que contaba con cinco balas no se disparó pese a haber sido disparada”, dijo el mandatario argentino en un mensaje difundido en los medios locales y las redes oficiales del país sudamericano.
Fernández condenó el hecho y lo calificó como el más grave que ha sucedido desde que su país recuperó la democracia.
“Este hecho es de una enorme gravedad. Es el más grave que ha sucedido desde que hemos recuperado nuestra democracia (…) Este atetado merece el más enérgico repudio de toda la sociedad argentina, de todos los sectores políticos, de todos los hombres y mujeres de la república, porque estos hechos afectan nuestra democracia”, abundó.