En la escritura de ficción, ya sea para novelas o para guiones, hay una premisa básica que todo escritor debe tener en cuenta antes de empezar a teclear: es mejor mostrar que contar. No me digas que el protagonista tiene miedo, descríbeme el abismo que siente en el estómago al penetrar en el sótano oscuro, o el escalofrío que le recorre la espalda conforme desciende los escalones. Al igual que un escritor novato o, directamente, uno malo, Mark Zuckerberg está cometiendo el error de contarnos su metaverso en lugar de mostrárnoslo, y claro, nos está aburriendo.
Una historia mal escrita, de momento
Hace casi un año que Mark Zuckerberg acometió una de las transformaciones más sonadas en la historia de la tecnología y renombró su Facebook en Meta, al mismo tiempo que anunciaba inversiones multimillonarias para el desarrollo del metaverso, del que nos contó que sería maravilloso en el futuro y se limitó a mostrar algunos vídeos de animación que nada tenían que ver con la realidad actual de ese universo digital. Mucho ruido y pocas nueces.
Algo antes de aquella presentación, hace exactamente un año, la todavía Facebook presentó Horizon Workrooms, una plataforma de realidad virtual para teletrabajar bastante cercana al metaverso que imagina Zuckerberg que dejó más preguntas que respuestas, en especial porque hay serias dudas sobre el uso prolongado de dispositivos para acceder a este universo virtual como las Oculus Quest 2, que provoca en algunas personas mareos y migrañas tras utilizarlas durante varias horas.
Y hace una semana llegó el remate. Zuckerberg, acosado por las críticas, trató de parecer un buen escritor y mostrar más que contar con la presentación de ‘Horizon Worlds’, pero entonces el problema fue otro: lo que enseñó, más que la gran obra que se esperaba del creador de Facebook, fue una mala imitación de los Mii de Wii Sports. Aguardábamos el texto de un gran novelista y nos encontramos con algo parecido al trabajo de redacción de un niño de seis años.
Aburrido y feo
Así, hasta el momento Zuckerberg no nos ha ofrecido nada interesante, ni bonito, ni útil, sólo nos ha contado una mala historia que, con cada actualización, parece más y más cutre. Y mientras, otras plataformas de universos virtuales, fundamentalmente de videojuegos, como Fortnite o Roblox, no paran de crecer y de contar sus lanzamientos por éxitos. ¿Por qué? Porque ofrecen diversión y gráficos que no nos retrotraen a 2008.
¿Es Fortnite el metaverso?
El metaverso aún no tiene una definición clara. Para Zuckerberg, tal y como es ahora, no lo sería, porque no lo entiende sin realidad virtual y aumentada, pero por lo que se espera del metaverso sí deberíamos entender Fortnite y otras plataformas como Roblox como tal: un universo virtual en el que participamos como avatares y en el que podemos interactuar con otras personas, hacer compras, acudir a eventos y, por supuesto, jugar.
Por todo esto último, las plataformas de videojuegos llevan una importante ventaja a Meta, aunque no estén tan avanzadas en realidad virtual como la antigua Facebook, al menos que se sepa públicamente. Pero hay más. Los expertos coinciden en que el éxito del metaverso vendrá irremediablemente unido a su percepción como atractivo y útil para los usuarios. Y esto es algo que Fortnite o Roblox llevan años consiguiendo y para lo que Zuckerberg aún no ha dado con la tecla.
El error de Meta. El error de Meta, como hemos dicho con anterioridad, es que se está centrando en contar y no en mostrar, y no porque Zuckerberg sea un mal escritor, aunque lo parezca, simple y llanamente es que no tiene material que mostrar. Ha querido vender la novela antes siquiera de sentarse a escribirla, y claro, ahora muchos piensan que es un farsante.
Para el periodista de Protocol Nick Statt, el problema es que Meta se está centrando en exceso en la realidad virtual y aumentada, en lugar del correcto desarrollo de las plataformas virtuales donde se usará esa tecnología. Lo que no significa que esos universos virtuales, como ‘Horizon Worlds’, no vayan a alcanzar un nivel gráfico y de utilidad como Fortnite, pero ahora no lo tienen y están haciendo que Zuckerberg sea el hazmerreír del gran público.
Anticipo editorial. Aunque no deberíamos reírnos tanto. El CEO de Meta sabe lo que hace, aunque quizás haya sido demasiado optimista con los tiempos y el presupuesto, y ahora se está precipitando.
Volviendo al universo de los escritores, cuando un novelista consigue vender su libro, o la idea que tiene para escribirlo, a una editorial, en ocasiones ésta le adelanta parte del dinero que le corresponde antes de la publicación para que pueda trabajar con desahogo en la obra. Con la idea de ese anticipo en la cabeza, así como para huir de ciertos fantasmas, Zuckerberg anunció al mundo, y sobre todo a sus inversores, el megaproyecto de su metaverso. Dado todo lo que había conseguido hasta ese momento, los que ponían la guita creyeron en él sin dudarlo.
Sin embargo, el dinero es muy impaciente, y conforme han ido pasando los meses y Zuckerberg no ha sido capaz de adelantarles siquiera un sólo capítulo de su supuesta obra maestra, los inversores se han revuelto en sus asientos. Por eso ha sacado cualquier cosa, mal ejecutada, para demostrar que están trabajando en ello y que no están gastándose el adelanto en cualquier otra cosa.
La fortaleza de Zuckerberg. La precipitación en anunciar su metaverso, por tanto, es la que está trayendo tantos dolores de cabeza a Zuckerberg, en especial tras el atasco que está sufriendo su proyecto por diversos motivos. Si hubiese trabajado silenciosamente sin crear tantísima expectación, las críticas serían mucho menores.
Pero, más allá de esa precipitación, pocos dudan en el sector de que Zuckerberg está en el camino correcto. Sus Oculus Quest 2 están realmente conseguidas y sigue teniendo dinero para invertir sin la necesidad de recuperarlo a medio plazo. A poco que consiga mejorar los gráficos de ‘Horizon Worlds’ y hacer la experiencia más divertida, dará un golpe encima de la mesa. Pero claro, esto último es más fácil decirlo que hacerlo. Y los lectores ya se empiezan a cansar de su falta de progresos.
Con información de Xataka México