Abril 22, 2022
El ejército de Rusia anunció que planea tomar el control total de Donbás y el sur de Ucrania como parte de la segunda fase de su ‘operación militar’ contra su país vecino. Moscú dice que también planea asegurar el paso por tierra a Crimea.
La prioridad será establecer un control total sobre Donbás y el sur de Ucrania, esto permitirá a Rusia crear un corredor terrestre hacia Crimea e incluso otra salida a Transnistria, explicó el general de división Rustam Minnekaev, comandante adjunto del Distrito Militar Central.
Este control sobre el Donbás «permitirá proporcionar un corredor terrestre a Crimea, así como influir en las instalaciones vitales» de las fuerzas militares ucranianas, «los puertos del Mar Negro, a través de los cuales los productos agrícolas y metalúrgicos se envían a otros países», dijo el comandante adjunto. Ucrania quedaría sin salidas al mar.
«El control sobre el sur de Ucrania supone un camino a Transnistria, donde también hay opresión de la población de habla rusa», dijo el militar, aunque Transnistria es ya una región prorrusa separatista en Moldavia. «Ahora estamos en guerra con todo el mundo, como pasó en la Gran Guerra Patria [Segunda Guerra Mundial], todo el mundo estaba contra nosotros. Y ahora lo mismo, nunca les gustó Rusia», agregó. «Nosotros no comenzamos esta guerra, pero la terminaremos», avisó Minnekaev.
El Ministerio de Defensa ruso dijo ayer que se han entregado más de mil combatientes ucranianos que seguían resistiendo desde hace semanas en Mariupol, en el complejo metalúrgico de Azovstal. Resolver ese flanco permitirá a Moscú concentrar recursos a lo largo del frente este.
Desde EEUU Joe Biden ha prometido más armamento y ha lanzado un mensaje a Vladimir Putin: «Nunca logrará dominar y ocupar toda Ucrania». Moscú va a asegurarse un territorio, el más próximo a su pasado histórico común, que a la vez le sirve de amortiguador para tener sus propias fronteras más tranquilas. Con una clara conquista territorial, Putin podría buscar un alto el fuego, aunque sería duro negociando. Pero las fuerzas armadas ucranianas pueden detener el avance de Rusia en el Donbás, y entonces el conflicto podría alargarse.
Van a cumplirse dos meses del inicio de lo que Putin intenta presentar como una operación militar especial. La televisión rusa adoctrina a la población con propaganda belicista y mensajes racistas hacia Ucrania. Pero cuál va ser el resultado y la duración de la guerra sigue sin estar claro. Kiev es inferior militarmente, pero Moscú ha mostrado debilidades en cada paso que ha dado. Ahora ha reagrupado sus fuerzas en el este, pero las unidades no están intactas tras la estéril aventura de marzo.
Rusia quiere resolver de la manera más fácil posible la captura de la planta siderúrgica de Mariupol. Su rendición señalaría efectivamente la caída de Mariupol, una victoria significativa para Rusia, que permitiría de una vez su puente terrestre entre la península de Crimea en el sur (que Rusia se anexionó en 2014) y el territorio que las fuerzas rusas ya tienen en la región de Donbás en el este.
Mientras, Europa central toma nota. Lituania cree que la OTAN debería aumentar su despliegue de tropas en su país y en otros lugares del flanco oriental de Europa tras la invasión rusa de Ucrania, dijo el viernes el presidente de Lituania al ministro de Relaciones Exteriores de Alemania durante una reunión en Vilnius.
AVISO A MOLDAVIA
Las palabras del general Minnekaev suponen una advertencia a Moldavia, un país pobre, dependiente de Moscú y dividido por un movimiento separatista que lo hace especialmente vulnerable ante Moscú. La fuerza paramilitar de Transnistria está armada, abastecida y supervisada por Rusia, según denuncia el gobierno de Moldavia.
Además hay 1.500 soldados rusos en Transnistria (en supuesta misión de paz, aunque su presencia es rechazada por Moldavia) y 10.000 paramilitares prorrusos. En el lado moldavo, sólo 6.000 soldados. La zona, con 450.000 habitantes está subsidiada con gas ruso, electricidad y ayudas sociales.
La trayectoria de Moldavia tiene algunas similitudes con la de Ucrania. No es miembro de la OTAN ni de la Unión Europea. Y provocó la incomodidad del Kremlin el año pasado después de que un partido proeuropeo, fundado por Maia Sandu, ganara las elecciones con su plataforma anticorrupción. Antes de eso, la élite política del país había estado vinculada al Kremlin. Sandu es la primera mujer al frente de Moldavia y ha tenido varios conflictos con Moscú por los pagos del gas.