Abril 17, 2022
Un general ruso cuyas tropas han estado asediando el puerto ucraniano de Mariúpol fue enterrado el sábado en San Petersburgo, Rusia, tras morir en batalla, reveló el gobernador de la ciudad.
El mayor general Vladimir Frolov era subcomandante del Octavo Ejército, una unidad militar que los medios rusos identificaron como parte de las fuerzas que combaten en Mariúpol desde hace semanas.
El gobernador de San Petersburgo, Alexander Beglov emitió un comunicado en que señaló que Frolov “tuvo una muerte heroica en batalla”, sin ofrecer detalles sobre cuándo y cómo murió. Las fotografías publicadas en sitios de noticias rusos mostraron su tumba en un cementerio de San Petersburgo llena de flores rojas y blancas.
Las autoridades de Ucrania han afirmado que varios generales rusos y decenas de oficiales militares de alto rango han muerto durante la guerra.
El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky dijo haber examinado el sábado con los gobernantes de Reino Unido y Suecia cuál sería la mejor manera de ayudar a los defensores de Mariúpol y los decenas de miles de civiles atrapados en esa ciudad sitiada.
“O nuestros socios proveen a Ucrania todas las armas pesadas necesarias, aviones, y sin exagerar de inmediato, para que podamos reducir la presión de los ocupantes en Mariúpol y romper el bloqueo”, dijo Zelensky, en su discurso nocturno por video dirigido a la nación. “O lo hacemos mediante las negociaciones, en las que el papel de nuestros socios debe ser decisivo”.
Rusia atacó el sábado continuamente con artillería y desde el aire ciudades de Ucrania, y en Kharkiv una explosión destruyó un comedor comunitario.
Periodistas de The Associated Press grabaron las consecuencias de lo que al parecer fue un ataque con misil. El alcalde de Kharkiv, Ihor Terekhov, dijo que tres personas perdieron la vida y 34 resultaron heridas el sábado en diversos ataques con misiles solamente en la ciudad.
El comedor fue instalado por la organización World Central Kitchen, dirigida por el chef José Andrés para establecer sistemas alimentarios en zonas de desastre y de guerra. Andrés tuiteó que miembros del personal de la organización están conmocionados pero a salvo.
La organización dice que efectúa actividades en 30 ciudades en el país, donde sirve casi 300.000 comidas al día. Andrés dijo que el ataque en Járkiv muestra que proveer alimentos en medio de una guerra sin sentido es un acto de valor, recuperación y resistencia, y que los chefs de su grupo continuarán cocinando para Ucrania.