Cultura

Un artista itinerante: WOLFGANG H. SCHOLZ

Febrero 09, 2022

Un diálogo entre técnicas, lenguajes y cuerpos está presente en la obra del pintor, fotógrafo y director de cine, Wolfgang H. Scholz, quien presenta parte de su proyecto fotográfico en la Casa Rafael Galván de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Luego de un periodo de cierre a causa de las restricciones sanitarias, se reabrió al público la exposición Rostro invisible, una exploración al trabajo multidisciplinario del creador nacido en Dresde, Alemania, que desde hace más de dos décadas reside en México.

La muestra abre una puerta al imaginario creativo y a los mundos de Scholz, un artista itinerante que se ha trazado caminos en al ámbito de la plástica, la fotografía, el arte multimedia, la videodanza, la instalación y el cine.

Su obra se presenta como una revelación sobre el desplazamiento continuo, lo procesual y el cambio, reconciliando a los rostros, las corporalidades y los espacios habitados en un continuo de agitación y movimiento.

Tal como expone la hoja de sala: en sus proyectos fotográficos el creador manifiesta una búsqueda por el balance a través de imágenes que parten del registro directo, insistiendo en la imposibilidad de la sincronía perfecta y el estado de permanencia.

Dicha búsqueda pone de manifiesto la decisión de mirar los intersticios, los cuerpos dislocados y los estados de tránsito, como se puede ver en la videoinstalación y la serie de retratos del reconocido maestro de butoh, Katsura Kan.

Estas piezas son parte de la serie Melancholy- Part 1, la cual se vale de tres canales de video y el plano a detalle, dejando ver el rostro y las formas del bailarín, quien se encuentra envuelto en una completa oscuridad donde todo desaparece.

“El registro responde a una mirada atenta, la cual busca continuar a través de la imagen fija la fuerza de un gesto coreográfico generado desde una profunda introspección”, menciona al respecto el curador Irving Domínguez.

Las proyecciones monocromáticas dejan ver el torso desnudo y las extremidades blanquecinas del bailarín, quien transita por diversos estados y deviene en caídas, abandonos, movimientos convulsos y ciclos interminables y llenos de tensión.

Estos cuadros alternan con imágenes de archivo y secuencias de la bailarina mexicana Isabel Beteta y Eustorgio Guzmán, quienes habitan las pantallas y trazan líneas en el espacio, muchas de ellas violentas, otras sutiles e imperceptibles.

También se presentan dos trípticos de la serie Left-Right Faces: Ermelinda (2014) y Camila (2014), exploraciones que ha realizado con su cámara fotográfica, “mostrando un plano desconocido del rostro y el sesgo que tenemos al reconocer el ángulo izquierdo por las jugadas del sistema oculomotor”.

Esta serie de retratos la inició en los años ochenta del siglo pasado, como una forma de mostrar el perfil no visible al ojo humano y “nuestra incapacidad de ver un rostro en su totalidad”, integrando en una fotografía al hemisferio izquierdo, más racional y, al derecho, el emocional.

La muestra del artista alemán podrá visitarse hasta el viernes 8 de abril en la Casa Rafael Galván ubicada en Zacatecas 94, Roma Norte.

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