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3 razones por las que el FMI desconfía de las criptomonedas: falta de marco legal, un activo altamente volátil y que puede abrir la puerta al blanqueo de capitales

Diciembre 26, 2021

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha mostrado su preocupación por el avance de las criptomonedas, especialmente, porque su auge avanza más rápido de lo que lo hace su regulación. 

De acuerdo a los datos del organismo, el valor de mercado de la activos criptográficos superó los 2 billones en septiembre de este año (1,7 billones en euros), lo que supone 10 veces más a lo acontecido a principios de 2020.

Y parece que lo mejor aún está por llegar, al menos para su principal moneda. En 2022, la previsión es que el precio del bitcoin rompa su techo e incluso podría superar la barrera de los 100.000 dólares. 

El subdirector de división del FM, Evan Papageorgiou, explicó en octubre a la CNBC que el ecosistema de las criptomonedas había crecido «significativamente». 

En este este sentido, el directivo insistía en que el activo mostraba una fortaleza notable, pero sorteando obstáculos notables. 

Uno de los problemas de los que el FMI ha advertido es «la falta de prácticas operativas, de gobernanza y de riesgo sólidas» a la hora de comercializar estos activos por parte de personas e instituciones financieras. 

De hecho, el Fondo ha alertado a los consumidores del riesgo de esta práctica, al tiempo que insiste en que hay una “divulgación y supervisión inadecuadas».

«Los reguladores deberían crear un marco legal global para los criptoactivos en 2022, según este exmiembro del comité ejecutivo Banco Central Europeo».

Asimismo, la institución alerta de la «brecha de datos» que se abre con esta nueva forma de economía y no pasa por alto que pueden abrir la puerta al blanqueamiento de dinero así como a la financiación de delitos como es el terrorismo.

Lo cierto es que las criptomonedas y su uso dividen a los expertos. Mientras unos sostienen que es el futuro del dinero, otros se mantienen escépticos y no olvidan los riesgo que traen. 

Los ‘influencers’ de las criptomonedas

Las criptomonedas se adoptan cada vez más como inversión institucional.

El regulador financiero del Reino Unido (FCA, por sus siglas en inglés) ya advirtió del peligroso  vínculo que existe entre las redes sociales y las inversiones en criptomonedas.

Kim Kardashian, la celebridad con más de 200 millones de seguidores en Instagram, se le pagó para anunciar un token criptográfico en su cuenta a principios de este año.

«¡Esto no es un consejo financiero, solo quiero compartir lo que mis amigos me dijeron sobre el token ethereum max!», rezaba la publicación de esta. 

En ese momento, los críticos alertaron de los pocos detalles que se conocían de ethereummax, la moneda que ella misma anunciaba. 

«Las criptomonedas a menudo se anuncian junto a estas publicaciones que despliegan este estilo de vida glamoroso y creo que la asociación es muy peligrosa y dañina para los jóvenes”, explicó a la CNBC Myron Jobson, activista de finanzas personales de Interactive Investor. 

«Algunos influencers promueven monedas que simplemente no existen”, dijo el propio Charles Randell, presidente de la FCA, en un discurso en septiembre. 

El directivo explica así que los estafadores pagan a estos generadores de contenido para arrojar nuevos tokens sobre la base de la pura especulación.

La novedad de la propia tecnología, explicó Randell, trae consigo que nunca se haya presenciado un ciclo financiero completo: «Simplemente no sabemos cuándo o cómo terminará esta historia, pero, como ocurre con cualquiera nueva especulación, es posible que no termine bien«. 

La necesidad de unas reglas de juego común

Randell insiste en que es clave que los legisladores miren la publicidad de las criptomonedas y se aseguren de explicar a las personas los riesgos asociados de una inversión en un activo tan volátil.

«Los precios pueden fluctuar enormemente incluso en un solo día de negociación», explica. 

Otro problema añadido es el interés que suscitan las criptomonedas entre la población más joven. A menudo, estos realizan sus primeras inversiones en estos activos utilizando préstamos y tarjetas de crédito.

Los propios datos de la FCA confirman la tendencia: en junio alrededor de de 2,3 millones de personas en el Reino Unido poseían criptomonedas. El 14% de ellos usó un crédito para comprarlos y el 12% de ellos piensa que estarán protegidos por la FCA si sale mal. Pero la entidad ya ha manifestado que no será así.

En paralelo, una encuesta de 1.000 adultos del Reino Unido de entre 18 y 29 años arrojó en julio que el 27% de ellos usaba tarjetas de crédito para invertir en criptomonedas; el 17% usaba su préstamo estudiantil y el 12% dijo que usaba otros tipos de préstamos.

Esta nueva realidad supone un problema doble: los inversores podrían sufrir pérdidas en sus criptomonedas y por ende, encontrarse en verdaderas dificultades para devolver los préstamos y el crédito. 

Así, el FMI insta a los reguladores nacionales a trabajar en tener unas reglas comunes a nivel mundial, mejorar la supervisión transfronteriza y, dado que es un campo tan nuevo, impulsar la estandarización de datos.

“El tiempo es esencial, y la acción debe ser decisiva, rápida y bien coordinada a nivel mundial para permitir que fluyan los beneficios pero, al mismo tiempo, abordar las vulnerabilidades”, sentencia el organismo. 

Con información de Business Insider

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